El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó esta semana el informe sobre Utilización de la Capacidad Instalada en la Industria (UCII) correspondiente al mes de noviembre, donde da cuenta de que casi el 40% de industria estuvo paralizada, concretando el peor onceavo mes del año desde la salida de la convertibilidad.
El uso de la capacidad industrial instalada llegó al 60,7%, registrando una caída en términos interanuales de 2,6% (en comparación con igual mes del año anterior). Este dato es incluso peor que el de noviembre de 2002, a menos de un año de la crisis de diciembre de 2001, donde se registró una cifra de 61,2%.
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Debido a esta importante paralización industrial, la recuperación productiva en nuestro país aparece como un proceso lento pese a las recientes medidas en favor del consumo, los alicientes fiscales para el sector productivo y la política monetaria de baja de tasas e incentivo al crédito para pymes.
La profunda recesión que paralizó a la industria y generó miles de despidos y suspensiones, también impactó fuertemente en el consumo nacional, que gracias a la constante pérdida del poder adquisitivo de los salarios logró un retroceso de 7,3% en todo 2019, en términos interanuales, tal como consigna un informe de la consultora Scentia. Los comercios independientes retrocedieron un 9,6% respecto de 2018 mientras que los hipermercados tuvieron un retroceso del 4,8%.
La consultora Nielsen informó que durante diciembre, el consuyo se desplomó un 8,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, confirmando que se observa una mayor caída en la ciudad de Buenos Aires (-10,6%) que en el interior del país (-7,8%). El retroceso anual para esta consultora alcanza el 12%.