En los primeros siete meses del año, el Banco Central utilizó cerca de u$s33 mil millones para compras al exterior, cifra que no se alcanzaba desde 2014. Además, los insumos para la producción y los bienes de capital vienen ganando terreno dentro de las importaciones y ya representan el 84,5% del total.
En 2011 la participación de bienes de capital e insumos productivos representaba el 82% del total de importaciones y ese fue el promedio hasta el 2015; allí tras el cambio de gobierno el índice se mantuvo alrededor del 78% del total hasta el 2019. En 2020 giro en torno al 82% de las compras totales y en 2021 tocó el pico más alto de la década alcanzando el 84,5%.
En la misma línea, el avance de la utilización de los dólares en la producción nacional también se visualiza en el repunte de los bienes de capital durante los primeros siete meses del año, que tuvieron un alza del 43,6% y el de las piezas y accesorios que crecieron un 66,5%. Mientras que la categoría bienes de consumo, aún con una base de comparación baja, creció solo un 18,4%.
En este contexto, el avance de las importaciones no está golpeando a la industria. El uso de la capacidad instalada alcanzó durante julio el 64,9%, que representa el mayor nivel desde mayo de 2018. Por su parte, uno de los rubros que refleja esa recuperación, es el de maquinaria agrícola: en el primer semestre, la producción fue 124,5% mayor al mismo periodo de 2019.
Este hecho se dio a la vez que el crecimiento del contenido nacional dentro de las ventas. Por ejemplo en cosechadoras, en 2019 el 62% de la facturación era en maquinarias nacionales, siendo ahora del 75%. En tractores esa cifra pasó del 62% al 96%, y en implementos del 87% al 91%.
Del mismo modo, si bien la balanza comercial tuvo un superávit de u$1.537 millones en julio y acumula un saldo positivo de u$s8.310 millones en lo que va del año, la recuperación del salario que planifica el ejecutivo para este período podría implicar un mayor nivel de importaciones.
