La Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) cuestionó en muy duros términos a la empresa de internacional de delivery Rappi por las denuncias de la Comisión de Delitos de Lavado de Activos que se presentaron ante la justicia argentina. “Es fundamental que la justicia investigue. En la región, es una empresa denunciada en varios los países por distintos fraudes que incluyen precarización labor y evasión fiscal. Por eso, esperamos que actúen los organismos competentes”, plantearon desde la ITF.
La denuncia ante la Justicia argentina es la No 2551/DGPDH/07 Expte. No 6402, presentada en las oficinas la Unidad de intervención temprana (UFE) el pasado 15 de diciembre, realizada por el ex trabajador de delivery y miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (A.Si.M.M), sindicato afiliado a la ITF, Gonzalo Gabriel Ottaviano. En ella se solicitó que se investigue “a todo aquel que resulte responsable, participe o encubridor”, por “utilizar a los trabajadores registrados en su plataforma para maniobras que tienen un alcance sobre Comisión del Delito de Lavado de Activos”.
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Desde ITF también cuestionaron la respuesta de la empresa, que ensalzaba las bondades de la misma y enfatizaba su capacidad de generación de empleo (afirman que más de 400 mil puestos desde su arribo al país en 2018), planteando: “Se enriquecen a costa del trabajador y las trabajadoras. No les basta con precarizar, ahora también son denunciados por el lavado de activos”.
Edgar Díaz, secretario Regional de la ITF, sostuvo: “Es totalmente violento ver como una empresa que, tiene políticas antisindicales tan fuertes y que no dialoga con los sectores gremiales de toda la región latinoamericana, venga a plantearse como generadora de empleo legal; cuando en verdad lo que hacen en precarizar trabajadores y obtener ganancias a costa del pedaleo o del manejo de motovehículos, esfuerzo que estos trabajadores se ven obligados a hacer por absoluta necesidad ante la dura situación económica que se vive en la mayoría de los países”.
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El dirigente panameño agregó: “Repudiamos fuertemente las declaraciones de Rappi, porque estos unicornios digitales que trabajan desde el marketing las bondades del sistema, llamando colaboradores o emprendedores a sus trabajadores; lo que realmente hacen es esconder el trabajo sobrehumano con jornadas de más de 12 horas para que estas personas puedan llegar a tener un ingreso digno fruto de las comisiones recibidas”.
La ITF asegura que están trabajando con los sindicatos sobre “el tema de las plataformas digitales donde encuentran muchos escollos en la Región por el fuerte lobby que aplican las multinacionales sobre los legisladores con poder político para no regular dicha actividad”. Luego remarcaron que las mayores ganancias de la empresa digital de delivery en la región del Cono Sur “seguramente provienen de la evasión de los aportes patronales y de la seguridad social”, lo que significa una reducción de los costos laborales para Rappi.
En el mismo sentido, Díaz añadió: “Repudiamos la justificación y la salida pública que hizo la empresa para defender su rol. Vamos a trabajar duramente con nuestros equipos legales por el caso presentado en Argentina”. Y anticipó: “Presentaremos nuestras denuncias internacionales y haremos públicas distintas campañas solidarias en contra este tipo de políticas”.
Para terminar, el dirigente exhortó a la clase política para que en 2023 “colaboren con los pedidos masivos regionales de nuestros sindicatos para establecer regulaciones efectivas a la actividad que está rodeada de un marco de seguridad jurídica oscuro donde los únicos que están llenando los bolsillos de los empresarios son los trabajadores” y exigió un convenio marco que “regulen la actividad y articule a sindicatos, empresarios y trabajadores para poner fin a esta política. La única realidad es que las plataformas digitales están retrotrayendo el trabajo al Siglo XVIII bajo una premisa de modernidad que esconde precarización laboral y que buscan edulcorar con estrategias de marketing”.