De acuerdo a datos oficiales del INDEC, la inflación en julio no cedió: fue del 2,2% y en siete meses del año ya es del 25,1%. No obstante, se trató de la cifra más baja del año aunque distintos analistas prevén que volverá a subir en agosto producto de la importante devaluación, que llevó al dólar a costar 60 pesos (un 30% más de lo que costaba a principios de mes).
En los últimos 12 meses, por su parte, la inflación se ubicó en el 54,4%. El rubro “salud” se destacó con un alza mensual del 4,1%, seguido por “recreación y cultura” con un alza del 3,9%, de acuerdo a los datos oficiales. A su vez, alimentos y bebidas marcaron un 2,3%. También subió más que el promedio equipamiento y mantenimiento del hogar, con un alza del 2,5%. A su vez, la inflación núcleo fue del 2,1%, en tanto que los precios de los productos estacionales subieron 3,6% y los regulados, 1,8%.
En cuanto a los alimentos, el kilo de lechuga fue lo que más subió, con un 92,4%, en tanto que el kilo de cebolla trepó 32,8%. Los pañales descartables aumentaron 5,2%; el jabón en pan, 7,1%; la leche fresca entera en sachet, 4,7% y las galletitas dulces envasadas sin relleno, 4,7%. Bajaron el limón, 6,9%; el tomate redondo, 5,6% y el pollo entero, 3,9%, entre otros.
Julio fue el cuarto mes de bajas consecutivas del índice de precios. En junio la inflación oficial fue de 2,7%. Esa cifra ratificó una desaceleración por tercer mes consecutivo, algo que también fue destacado por los gremios de la UMET, que siguen la evolución de los valores.
Para los trabajadores, la inflación de julio también fue del 2,2% y en los primeros siete meses del año acumuló un 25,5%, mientras que en la medición interanual de julio de 2018 a julio de 2019, los precios treparon un 54,5%. Un número que seguramente pondrán en consideración al momento de renegociar paritarias.