El ex director de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, ordenó el pase a planta permanente de más de 500 trabajadores antes de dejar su cargo en el gobierno de Mauricio Macri.
La mayoría de ellos, que son exactamente 473 agentes de la ex Side, fueron nombrados dos días antes de las PASO que se dirimieron el pasado 11 de agosto, y en este momento están siendo auditados por la nueva ntervención del organismo ordenada por el actual presidente Alberto Fernández.
El polémico organismo, hoy a cargo de Cristina Caamaño puso la lupa a ese tercio del total de la plantilla, en este punto que significan casi 31 millones de pesos mensuales.
La formalización de “espías” realizada por Arribas en 2019 se extendió incluso después de las Paso, cuando su continuidad estaba comprometida por el resultado electoral. Cuatro días antes de las elecciones del 27 de octubre fueron oficializados otros 38 empleados y cinco días antes dejar la AFI, en diciembre, otros 12.
Arribas, una persona de máxima confianza del ex presidente Macri, acumuló 803 designaciones en el organismo y su gestión dejó 611 espías en planta permanente. Esa cifra está conformada por personal de carrera -analistas, expertos en inteligencia- y por personal proveniente de las fuerzas armadas y de seguridad.
Así, Arribas dejó una “megaestructura” que hoy se encuentra bajo la la intervención de la AFI que lidera la ex fiscal Caamaño quien deberá decidir en las próximas horas el futuro de los implicados.
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El decreto firmado por el presidente autoriza a la interventora a disponer el pase a disponibilidad de estos empleados si lo considera necesario para normalizar la situación dentro del organismo. La nueva gestión también evalúa por estas horas el desempeño de varios de los directores que permanecen en funciones.
