«La era dorada» de Estados Unidos. Trump apunta a subir aranceles, proteger la producción nacional y mejorar los salarios

Más allá de sus afirmaciones contrarias a las libertades sexuales de elección de género, los anuncios de persecución a los inmigrantes y las amenazas de avanzar sobre territorios de otras naciones; ya en funciones como presidente, Donald Trump, expresó como uno de sus principales objetivos, la protección de la producción de las industrias norteamericanas, valorizando los ingresos de los trabajadores de las distintas actividades.

Al mismo tiempo, lejos de asumir una actitud de liberación de mercados, el nuevamente electo presidente estadounidense, puntualizó la puesta en funcionamiento de distinto tipo de aranceles para las importaciones de productos de otros países, además de anunciar una regulación muy fuerte de las inversiones provenientes del extranjero, que puedan significar un retraso para el desarrollo de la industria local, con el peligro de poner en riesgo los puestos de empleo de los trabajadores.

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Asimismo, aún sin muchas precisiones, Trump presagió lo que será una «era dorada» para su país, buscando extraer recursos de materias primas, realizando perforaciones, tanto dentro como fuera de su territorio nacional, a fin de proveerse de todo lo que sea vital para seguir desarrollando sus propias industrias, destacando principalmente el rol que cumplirá la energía, la logística y el desarrollo de la tecnología.

En este mismo sentido, enfatizó su distanciamiento con los tratados de la protección del medio ambiente, desconociendo acuerdos de disminución de materiales tóxicos para el calentamiento global, incluso resaltando que formará parte de su agenda la necesidad de extender sus límites fronterizos terrestres y marítimos, sumando también el objetivo de hacer pie en otros planetas, como el caso de Marte.