La destrucción de puestos de trabajo formales llevó el empleo de calidad a niveles de 2012

Mientras la recesión económica se profundiza en este final de mandato del presidente Mauricio Macri, siguen apareciendo datos que confirman la devastación productiva. Según datos oficiales del SIPA, presentados esta semana por el Ministerio de Producción, la destrucción de puestos de trabajo asalariado formal del sector privado se aceleró durante el mes de septiembre, retrocediendo un 0,4% en relación con agosto y un 2,2% en términos interanuales (en comparación con el mismo mes del año anterior).

Esto implica que 22.700 personas perdieron su trabajo registrado en septiembre, mes en el que se contabilizaron 138.700 puestos formales menos que un año atrás. Esto constituye el tercer peor dato mensual de los últimos once años en la categoría conocida como “empleo de calidad”, que tiene que ver con el trabajo que reconoce plenamente los derechos laborales y brinda mayor estabilidad.

Con las nuevas cifras, la cantidad de asalariados privados retrocedió hasta el nivel del último cuatrimestre de 2012, es decir, el punto más bajo en siete años. La situación general es mucho más grave que en 2012 ya que ese nivel de empleo correspondía a una población aproximadamente un 8% menor que la actual.

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Durante los cuatro años de Gobierno de Cambiemos se perdieron casi 200.000 puestos laborales de calidad, pasando de 6.238.000 empleados en septiembre de 2015 a 6.042.000 en el mismo mes de este año. En el mismo período, el empleo registrado creció apenas un 1% (contra un 4% de crecimiento poblacional), por la creación de 127.000 cupos laborales nuevos, lo que muestra una fuerte tendencia a la precarización laboral (incluso reconocida por el ministro de Hacienda Hernán Lacunza en sus últimas declaraciones): Mientras los trabajos privados plenos de derechos cayeron 3,1%, el empleo en el Estado creció 4%, la cantidad de monotributistas un 10,5% y el trabajo doméstico un 12,3%.

De los 138.700 puestos de calidad perdidos en el último año, 134.100 corresponden a los cinco sectores generan más empleo, todos ligados al mercado interno: comercio expulsó 41.300 trabajadores (el 3,6% interanual), la industria manufacturera 51.300 (4,5%), las actividades inmobiliarias y empresariales 6.400 (0,8%), el transporte 16.000 (2,9%) y la construcción 19.100 (4,2%). Sólo en la actividad fabril se perdieron 158.000 empleos durante la gestión macrista (un 12,5% del total de puestos laborales perdidos).