Desde la Central sostienen que «una demanda salarial no puede establecerse bajo una peligrosa amenaza a las instituciones y la democracia». De hecho desde el sector surgieron declaraciones en contra de la manifestación.
«La presencia reciente de efectivos armados de la Policía Bonaerense en las inmediaciones de la Quinta Presidencial de Olivos y las declaraciones de sus voceros suponen un exceso en el legítimo reclamo», expresa el manifiesto que firma Ricardo Peidro, titular de la CTA-A.
En ese sentido, el titular de ATE Capital, Daniel Catalano, manifestó que la situación los mantiene » en estado de alerta y movilización» ya que consideran que «el levantamiento de la bonaerense es «una situación de destitución» y por lo tanto llamó a no cometer el mismo error que en Bolivia, que terminó en un golpe de Estado.
Lo ocurrido recientemente en Bolivia significa «un claro ejemplo sobre cómo las fuerzas de seguridad pueden ser utilizadas para desestabilizar a un gobierno constitucional» e insistieron por eso en que un «reclamo salarial no puede transformarse, bajo ningún aspecto, en una sublevación armada».
Por última, desde la organización sindical sugirieron que el «diálogo» sea siempre «la única vía» para resolver cualquier tipo de conflicto, y «reivindicamos nuestro compromiso absoluto con la defensa de la democracia por la que tanto hemos luchado», finalizaron.
