La CGT se reunió con el Gobierno: el eje puesto en las Obras Sociales Sindicales, precios y salarios

El Consejo Directivo de la CGT se reunió con el jefe de Gabinete, Santiago Cafieron y los Ministros de Trabajo, Claudio Moroni y de Salud, Carla Vizzotti, encuentro donde se abordó principalmente el tema de las obras sociales sindicales y la necesidad de cumplir lo acordado con el Presidente respecto de los decretos necesarios a fin de «mantener la obra social de la actividad durante el primer año de ingreso laboral» y el correspondiente a la «participación en las prestaciones de educación y transporte en los afiliados con discapacidad».

Los hombres de la «mesa chica» cegetista manifestaron también su preocupación respecto de posibles cambios en la gestión de la Superintendencia de Servicios de Salud, luego del fallecimiento de su titular, Eugenio Zanarini, hombre de Ginés González García con quien habían logrado destrabar gran cantidad de fondos adeudados de las obras sociales. En ese sentido, desde la CGT apostaron a la continuidad de la actual gestión, a la que calificaron de “eficaz y transparente”, y con la que la central se siente «cómoda».

En cuanto a la demanda de vacunación Covid, los funcionarios notificaron sobre más de 2.5 millones de vacunas ingresadas en los últimos días y a la espera de otros 2 millones en lo que resta de la semana, con lo cual fueron optimistas en poder “avanzar rápidamente en planes de vacunación de actividades esenciales, población de riesgo y comunidad en general”.

Otro planteo que llevaron desde la central fue “la necesidad de generar una reunión dentro del Consejo Económico Social con los formadores de precios a los fines de atacar el núcleo duro de la inflación que presiona sobre los alimentos”, una de las cuestiones de mayor preocupación también para el Gobierno y contra lo que viene implementando distintas herramientas en los últimos meses pero con magros resultados.

Uno de los temas que se impuso también, es la necesidad de la recomposición de los salarios, de poder cerrar las paritarias 2 o 3 puntos por encima de la inflación, que hasta el momento no parece ser la estipulada en los números del presupuesto. Y compensar particularmente a sectores como los enfermeros, médicos y todo el personal de la salud, entre muchos otros que han batallado desde el primer momento -y lo siguen haciendo- en medio de la pandemia.