En plena recta hacia las primarias, la central obrera, hizo una pausa en los conflictos laborales para meterse de lleno en la política y expresar el repudio del sector sobre los dichos misóginos y la violencia política de género con la que atacaron públicamente a Florencia Peña los dos legisladores, luego de que se supiera que ésta había visitado la Quinta de Olivos en plena cuarentena.
Pero además, desde Azopardo no se contentaron con el repudio sino que “exigieron” una condena firme y sanciones que pongan fin a estas cuestiones a las que se intenta combatir.
Los diputados de Juntos por el Cambio a través de sus cuentas de Twitter atribuyeron las visitas de la actriz como reuniones “íntimas” con el presidente, recurriendo a términos y expresiones que denostan a las personas por el simple hecho de ser mujeres.
Ya la actriz había justificado su visita en carácter de “vocera” de actores y actrices que en medio del aislamiento estaban en una situación crítica sin poder trabajar, razón por la que el Consejo Directivo de la CGT decidió intervenir y caratuló como “inaceptables” estos dichos, ya que “estigmatizan y constituyen un ataque para el género femenino”, algo en lo que el Gobierno viene trabajando acentuadamente luego de haber creado un ministerio de género.
Más allá de la multiplicidad de expresiones en las redes, se considera un “agravante” que tanto Iglesias como Wolff sean dos representantes electos por la voluntad popular, motivo por el cual deberían honrar el lugar para el que han sido designados sin desprestigiar la actividad política y las bancas que ocupan en el Congreso.
