Este lunes la Confederación General de los Trabajadores repudió mediante un duro comunicado la decisión del Gobierno de Mauricio Macri de rebajar los ministerios de Trabajo y Salud a la categoría de secretarías. El texto cegetista rechazó que “la problemática del Trabajo y la Salud sea valorada como un ahorro en el gasto de la administración”.
El comunicado explica que “cuando el Gobierno menoscaba la función vital que desarrollan los Ministerios de Trabajo y Salud en la vida de los trabajadores, avala el recorte de los derechos básicos y fundamentales de todos ciudadanos y acrecienta las desigualdades”. Luego denuncia que las medidas anunciadas por el equipo económico “lejos de generar confianza, en los trabajadores, multiplicó la incertidumbre sobre el futuro inmediato” y sostiene que “si el norte de la gestión es el déficit cero, sin una mirada social (…) entonces habremos consagrado la desigualdad como norma y la injusticia como derecho”.
En un pasaje el comunicado se detalla, además, que “no hay ahorro real, sólo un mensaje simbólico hacia los más poderosos”. Si bien el achique ministerial se presentó en el marco del plan de “déficit cero”, lo cierto es que la fusión de los ministerios de Producción y Trabajo no generará ahorros reales, ya que las tres reparticiones continuarán funcionando en edificios separados y ningún funcionario de alto rango de la cartera laboral (o de Agroindustria que también pasará a depender de la cartera de Dante Sica) perderá su cargo o remuneración.
El texto cegetista concluye afirmando: “No podemos compartir que el Estado se achique en aquellas áreas esenciales que forjaron nuestra identidad nacional de ser el único país de América con un modelo de Seguridad Social que garantizar la paz interior y la movilidad social ascendente para los trabajadores. Advertimos que no toleraremos más despidos en la administración pública ni en el sector privado. Basta de ajuste sobre los trabajadores y los que menos tienen”.
Más allá del comunicado oficial, también los triunviros realizaron declaraciones de repudio a la medida. Juan Carlos Schmid dijo a radio La Red: “Sacar al Ministerio de Trabajo convierte en tema menor las relaciones laborales. Esto muestra cuál es el espíritu de la gestión”. Héctor Daer, por su parte, consideró que la eliminación de Trabajo como Ministerio implica “volver a la década infame” y desde su cuenta de Twitter denunció que las palabras de aliento del discurso presidencial no resuelven la crisis social y que la sociedad necesita “políticas que contengan y acompañen frente a la inflación y la pérdida de empleo”.
La Fraternidad fue uno de los gremios que más fuertemente salió a repudiar la decisión, anticipando que “la CGT resistirá con todas las armas que proporciona la democracia, apelando a todas las medidas que la Constitución garantiza y que hoy el gobierno es el primero en abandonar. El propio gobienro se ha puesto fuera del marco democrático y constitucional. La CGT apelará y enfrentará esta medida antidemocrática”.