La Confederación General del Trabajo (CGT) repudió “enérgicamente” el “brutal asesinato” de Susana Beatriz Montoya, viuda de Ricardo Albareda, desaparecido en 1979, y madre de Fernando Albareda, militante de H.I.J.O.S., ocurrido el pasado sábado 3 de agosto en la provincia de Córdoba.
“El cobarde hecho se produce luego de las amenazas recibidas por su familia, que se reiteran en el marco de este ataque mortal. Evidentemente, se enmarcan en el contexto de impunidad y odio impulsado por el actual gobierno, que avanza con el negacionismo y la reivindicación del terrorismo de Estado. Resulta imperioso que se investigue y se esclarezca este asesinato, se busque a los responsables de las amenazas sufridas por su familia y se tomen medidas de seguridad y protección necesarias para Fernando Albareda”, remarcaron desde la central obrera.
La CGT y las CTA repudiaron el ataque a la militante de H.I.J.O.S.
Este tipo de hechos se vinculan con los discursos de odio que no sólo habilita sino que produce y reproduce cotidianamente el gobierno de Javier Milei, convocando a la violencia contra trabajadores organizados gremialmente, militantes o simpatizantes de izquierda, defensores de los derechos humanos o de cualquier otra causa que apunte al beneficio social o colectivo. En ese contexto, días antes del 24 de marzo también se denunció un brutal ataque a una militante de H.I.J.O.S. en la ciudad de Rosario.
“Expresamos nuestra solidaridad con Fernando y su familia. Como trabajadores y trabajadoras comprometidos con la Verdad y la Justicia, reiteramos: ¡Nunca más a la violencia y la impunidad!”, concluye el comunicado cegetista.