Una de las conclusiones a las que llegaron los integrantes del Consejo Directivo de la Confederación del Trabajo en la tarde del martes fue que están dispuestos a colaborar en este acuerdo propuesto por la gestión de Alberto Fernández orientado a “bajar el ritmo inflacionario”.
Si bien dejaron en claro que los acuerdos paritarios son “propios de los gremios” y que no aceptarán un techo” en las negociaciones paritarias, en principio, se mostraron dispuestos a colaborar con la idea del Gobierno en un plan antiinflacionario, entendiendo el mapa en el que deberá moverse la Economía para no chocarse el “Iceberg”. El planteo incluye paritarias cortas -entre 60 y 90 días- por sector, que incluyan también sumas fijas no remunerativas, lo que signifique un aumento real de bolsillo.
Con ésta previa, ya el Gobierno definirá a partir de este miércoles -desde las 11-, en el Consejo Económico, la primer convocatoria que incluye no sólo a los dirigentes sindicales sino a los empresarios, la tercera pata del acuerdo y la más difícil de convencer “de un acuerdo de precios y salarios” ya que son los más desconfiados a una política de control que pueda sostener el número clave: 29,7% de inflación.
Mientras tanto, será el ministro de Economía Martín Guzmán quien tendrá que hacer el trabajo fino, pues sin un “buen acuerdo” con el FMI, poco de todo esto podría tener sentido. Así es que el mismo Guzmán en persona viajará a Whashington las próximas semanas para tocar la puerta del Tesoro, en el intento de recibir la “bendición” de una funcionaria clave del organismo, Janet Yellen, esposa de George Akerlof, un hombre que justamente compartió el premio nobel de economía con Stiglitz, padrino de Guzmán.
Así es que Guzmán apostará todo, hasta sus contactos personales, en pos de sostener la macroeconomía, consciente de que la inflación depende de otras variables del contexto que deben ordenarse: una de las principales: el precio del dólar.
Con la primera luz verde encendida entonces, se espera el llamado desde la Rosada que irá sentando a los actores a la mesa que formarán parte de este “posible acuerdo” que no sólo es clave para avanzar en los planes ordenamiento financiero y crecimiento económico de la Argentina, sino que está en tiempo de descuento.
La CGT se reunió este 2 de febrero en la sede del Sindicato de Sanidad, con el objetivo de debatir el acuerdo de precios y salarios que impulsa el Gobierno, luego del que ya adelantaron que apoyarán las políticas «antiinflacionarias» pero que rechazan cualquier tipo de tope a las paritarias.
