La razón de esa negativa se fundamenta en que el bono “sería a cuenta de paritarias y cancelado hasta en cinco cuotas”. Con lo cual, la noticia del acuerdo sobre el “bono primavera” no deja demasiado para celebrar, pues en el desglose y en los términos en los que se acordó –aunque recién este martes se sellarán los detalles-, parece no ser lo suficientemente efectivo que debiera para el sector de los trabajadores “largamente golpeado” por una recesión con inflación que parece no tener fin.
Ya son más de 20 puntos los que ha perdido el salario en menos de dos años, y lejos de recomponerse, la brecha entre la inflación y las actualizaciones salariales, se va agrandando. De modo que, el “plus” salarial que significa el bono acordado, pierde fuerza al ser “a cuenta de paritarias”, “de carácter “no remunerativo” y “en cuotas”.
Esto hizo surgir algún rumor de que la CGT en un nuevo encuentro con el Gobierno y las Cámaras “rechazaría las condiciones” del acuerdo, o por lo menos las formas tan “laxas” que se han planteado para concretar su pago -que en algunos casos- serían hasta en cinco cuotas.
Aunque los detalles del acuerdo se definirán en las próximas horas, la central obrera lleva en sus espaldas la representatividad de los trabajadores que están urgidos de alcanzar la “canasta básica”, que ya supera los $33 mil pesos, y que, si incluye el pago de un alquiler, esa cifra asciende casi en un 50%.
Pero esto no es todo. Se espera una tarde de tensiones, pues la situación no es menos “grave” para algunos sectores de la industria que han afirmado «que no pueden pagar el bono» con lo cual existe real desconfianza de parte de la CGT, de que este desembolso –pese a su carácter de “obligatorio”- vaya a hacerse efectivo en todos los casos.
Esta hipótesis tiene su sustento en las ya repetidas declaraciones por parte de los principales referentes de la UIA y de otras cámaras empresarias, que han definido como “irresponsable” ésta determinación del Gobierno, quien impone el “bono” pero no toma la determinación de “descontarlo de pago de impuestos” o de otorgar “subsidios” que faciliten su pago. De hecho, desde la CAME declararon ayer que “en principio el pago se haría efectivo durante el mes de octubre y si se ejecut, en al menos, 5 cuotas”.
La situación extrema que atraviesa un gran sector de la industria argentina, es reconocida por los gremios. Esta vez, no es “una puja distributiva”, señalan, es una pelea conjunta entre empresarios y trabajadores por “mantener los puestos de trabajo”. Rubros como el de la alimentación, la metalurgia, el textil o el calzado están produciendo a la mitad de su capacidad instalada. Otros rubros como el automotriz están sobre stockeados, o con proyecciones de venta “paupérrimas” para el año en curso e incluido el 2020.
Con lo cual, habrá que esperar las definiciones del nuevo encuentro -entre los representantes de los sindicatos, el ministro de Producción, Dante Sica y las cámaras empresarias- donde todos tienen interrogantes difíciles de responder, en medio de una enorme “inestabilidad” económica y una elección presidencial mediante, a la que sólo le quedan poco más de treinta días.