La regional local de la Confederación General del Trabajo (CGT) que conduce el bancario Miguel Ángel Guglielmotti, celebró este viernes los resultados de las elecciones generales en la provincia y la nación, al tiempo que pidió que Mar del Plata “no sea una isla de desamparo”. Cuestionó a Cambiemos y deseó que la gestión de Guillermo Montenegro «esté a la altura de las necesidades de los ciudadanos».
Luego de las elecciones generales, el plenario de secretarios generales fue el lugar donde se expresó la ilusión de una nueva etapa: “la victoria electoral del Frente de Todos a nivel nacional y en la provincia de Buenos Aires representa para la clase trabajadora la expectativa de comenzar una etapa de recuperación de derechos, de recuperación de salario, de recuperación del empleo”.
Se hizo Hincapié también “en el daño que las políticas de Cambiemos han generado en el mundo del trabajo”, y señaló que “el predominio de la especulación financiera sobre la producción, el techo a las paritarias frente a la devaluación de nuestra moneda y la escalada inflacionaria; el deterioro del sistema de seguridad social, la dolarización de los servicios públicos, tasas de interés que han hecho inaccesible el sistema crediticio, el exorbitante endeudamiento y el creciente aumento del desempleo serán parte del doloroso recuerdo de una gestión que ha descuidado a las mayorías nacionales para favorecer a pequeños grupos del capital especulativo financiero” argumentaron.
En ese sentido enfatizaron en que “el proyecto de país soberano y de crecimiento con inclusión social que propone Alberto Fernández deberá tener su eje en el trabajo, la industria nacional y el fortalecimiento del mercado interno”, lo que a su vez requerirá acuerdos y esfuerzos para salir de la profunda crisis en que nos dejan”.
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Señalaron como urgente para ello que “se promueva el empleo a través del impulso al turismo, a la industria local, al comercio”.
Los secretarios generales aseguraron que exigirán al intendente electo, Guillermo Montenegro (Juntos por el Cambio), “las políticas necesarias para garantizar la mano del Estado presente en todos los barrios de Mar del Plata y Batán” y le advirtieron que “de él dependerá que nuestra ciudad no sea una isla de desamparo, como ha sido estos últimos años”.
