Ante la falta de respuestas del gobierno nacional, la CGT continúa a la espera de un llamado telefónico por parte del gobierno que los pueda sentar para buscar soluciones rápidas y concretas alrededor de una mesa.
Como antecedente, la reunión entre los industriales y el ministro de Producción, Dante Sica dejó en sabor amargo entre los gremios de la Confederación General del Trabajo, pues si bien se reconocieron los problemas “no se brindan las herramientas” para que esas soluciones sean viables e inmediatas.
En ese sentido, son varios los dirigentes de «peso» que vienen expresando el malestar con el gobierno. El secretario general de la CGT, Carlos Acuña, anticipó días atrás que no descarta un “paro” en los próximos meses porque este gobierno no tiene “compasión con el pueblo”.
Lo mismo dijo Héctor Daer, integrante del binomio que conduce la CGT, quien publicó que “la insensibilidad del gobierno no tiene límites”. Lo dijo días después del alejamiento de Juan Carlos Schmid, el ex triunviro, luego de su sorpresiva renuncia a la conducción de la Central Obrera.
Se sumó también, Luis Barrionuevo, quien públicamente reconoció que se “van a incrementar las protestas” y lo atribuyó concretamente a que “todos los días se cierran empresas y hay gente en la calle”, con lo cual señaló que será imposible que “no haya más paros y movilizaciones”, por el contrario afirmó que se vienen tiempos de “más convulsión y más protestas”.