Foto: 2015 – Otros tiempos en la Confederación General de Transporte.-
Los poderosos gremios del transporte renovarán su conducción afines de febrero. De allí puede salir un aspirante a dirigir la CGT. Hay cuatro grupos en pugna y todos hablan de unidad.
La poderosa confederación está en disputa. Los gremios del Transporte renovarán su conducción. A fines del mes próximo, el ex triunviro de la CGT, Juan Carlos Schmid pondrá en juego su cargo, que desde entonces será un trampolín hacia la conducción de la CGT.
La expectativa es grande, pues si bien, ser la cabeza de tamaña confederación, implica una cuota de poder interesante, al mismo tiempo, ser el puntapié para integrar la conducción de la CGT, que también tiene proceso eleccionario en agosto del 2020, lo es mucho más.
Todos tienen presente para entonces, que deben preservar un manto de unidad, el que les pidió Alberto Fernández desde el minuto uno, y al que se comprometieron desde casi todos los sectores, aunque todos son conscientes de que era mucho más fácil en los dichos que en los hechos.
La CATT está integrada por unos 40 gremios de peso, como los camioneros, ferroviarios, aeronáuticos, colectiveros, marítimos, entre otros. Con peso específico no sólo por su historia, sus luchas y conquistas, sino también por ser claves a la hora de determinar una medida de fuerza. De ahí que encabezar la Confederación del Transporte pueda “facilitar” la llegada a la conducción de la central obrera de la calle Azopardo.
Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria (UF), es uno de los que viene trabajando en ese sentido y con mayor visibilidad, particularmente luego de la conformación del SEMUN (Sindicatos en Marcha para la Unidad Nacional), donde agrupó a una treintena de sindicatos decididos a recorrer el camino de la unidad, -en sintonía con el nuevo gobierno- y como única alternativa para alcanzar las conquistas que aún restan en medio de un país en crisis.
Unos pasos más atrás, vienen, Omar Maturano, de la Fraternidad y Roberto Fernández, al que la “toma” del gremio en el mes de diciembre, producto de una interna, lo ponen en desventaja y traen a cuento su viejo enfrentamiento con Hugo Moyano, a quien él mismo le atribuye la instigación al violento hecho.
Moyano por supuesto, es un candidato natural, pero con una contra. Tiene tantos adherentes como rechazos. Algo similar ocurre con Pablo Biró sindicalista de los gremios aeronáuticos más combativo en estos últimos años o con Omar Viviani, de Peones de Taxis.