La baja oferta estacional y el retraso de los precios en el mercado interno en comparación con las cotizaciones para exportación, podrían determinar que la carne vacuna sufra una remarcación de hasta un 40% en su precio antes de que termine el año, lo que se sumaría al aumento del 10% ya aplicado en noviembre.
Daniel Urcia, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), explicó que habrá menos oferta de la hacienda que se destina al consumo interno en enero y febrero. El dirigente aseguró que la exportación “tiene incidencia pero no es la responsable del aumento de precios”.
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Urcia destacó que “el precio de la carne vacuna en el mostrador, aún con el aumento posterior a las elecciones, sigue siendo el más bajo de la última década medido a valores constantes”. Y añadió: “El número para el ganadero no es bueno. La oportunidad para recuperar precios es a partir del año que viene. Pero para los frigoríficos exportadores no ha sido mal año, al contrario, ha permitido inversiones en los frigoríficos que hace muchos años no se hacían”.
Según el más reciente informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), en noviembre los precios de los distintos cortes de carne vacuna tuvieron alzas promedio de 9,8% en relación con el mes anterior. El corte que más aumentó fue el matambre, que con un 13% de incremento se fue a 311 pesos el kilo, seguido por la carnaza común y la falda.
Para el titular de FIFRA, “antes, la carne vacuna era determinante, porque representaba el 90% del consumo. Hoy, representa el 50%. Bajó el consumo pero subió cerdo y pollo. No es que el argentino come menos proteína animal, sino que cambió la composición”.