La baja del turismo en vacaciones invierno pone en riesgo la actividad gastronómica y hotelera con inestabilidad laboral

El turismo estacional de vacaciones de invierno, con porcentaje a la baja en destinos internos de la Argentina, son descriptos con gran preocupación por los distintos actores que conviven en el sector. Mientras crecen los viajes al exterior, con miles de ciudadanos del país que aprovechan el tipo de cambio, los datos de las cámaras hoteleras y gastronómicas, mencionan un 30 % de ocupación, en varios destinos en las sierras (Córdoba y San Luis entre otros), al igual que en las costas marítimas de la Provincia de Buenos Aires. El promedio general según detallan, muestran una baja de la actividad, en relación al 2024 cercano a un 25% en las plazas hoteleras.

Lo mismo sucede en la Ciudad de Buenos Aires, que suele recibir para esto dìas una fuerte presencia de turismo que arriba a la capital del país desde distintas provincias, incluido un cronograma de descansos escolares, que alientan esta fluctuación de tránsito interno de grupos familiares.

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Toda esta situación, disparó una fuerte preocupación en el rubro gastronómico y de otro tipo de servicios, con manifestaciones que mencionan una crisis que puede significar muchos cierres de locales comerciales y pérdidas de fuentes de empleo.

Sí bien se exhibe, una excepción en algunos lugares turísticos de invierno, en la temporada de deportes de montaña, donde el segmento de mayor poder adquisitivo interno y un porcentaje significativo de personas de otros países limítrofes, acceden a estos destinos.

Al mismo tiempo, algunos dirigentes de las cámaras, mientras hacen foco en la necesidad de instrumentar cambios económicos, para alentar el turismo interno y la llegada de extranjeros, también solicitan reducción de impuestos y una mayor flexibilización laboral, para poder contratar con mayores posibilidades de tener un vínculo de trabajo laxo con los empleados, que no contemple la relación de dependencia que rigen los convenios colectivos de trabajo.

Asimismo, los empresarios expresan, que aunque mantienen un diàlogo directo con las àress de turismo de la administración nacional, varias de las medidas instrumentadas, incluido el tipo de cambio financiero, establecen una debilidad de Argentina, frente a destinos internacionales, con menores costos en alojamientos, vuelos, consumos diarios y compras de productos de vestimenta y tecnología.