Según datos presentado este miércoles por la consulta privada Scentia, la caída del consumo en supermercados y autoservicios que se fue agravando desde el inicio de la nueva administración del presidente Javier Milei, se cayó otro 10,5% en el mes de mayo.
La categoría que registró la caída más pronunciada fue la de alimentos perecederos (-20,5%), seguida por bebidas con alcohol (19,1%) y bebidas sin alcohol (18,3%). Los productos de higiene y cosmética, limpieza e impulsivos (que incluyen golosinas) retrocedieron entre 12% y 14%, los alimentos de desayuno y merienda un 6,5% y el rubro alimentación en general cayó un 1,2%.
En un análisis por regiones, los supermercados registraron bajas similares en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y en el interior del país, con un retroceso de alrededor del 10%, pero en el caso de los almacenes los datos fueron mucho peores en el interior del país, con caídas de hasta un 16,3% interanual.
Aunque el Gobierno presume de haber logrado una importante baja de la inflación, está claro que esto se debe sólo a las políticas recesivas aplicadas, que lograron enfriar brutalmente la economía recortando drásticamente el poder adquisitivo de los salarios, por lo que el retroceso relativo de los aumentos no se refleja en una recuperación del consumo popular.
Esta tendencia se confirma también en el consumo de carne vacuna, que continúa en declive, con una caída del 14.9% en los primeros cinco meses de 2024. Miguel Schiariti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, explicó al respecto: “El poder adquisitivo de los ingresos de la población cayó el 13%, y esto sin ninguna duda también impacta sobre la carne”. “Estamos comparando contra un año que el consumo había aumentado, y entre los 5 primeros meses del año pasado y los 5 primeros meses de este año, la caída del consumo fue del 14.9%, es decir, 8 kilos”, concluyó.