El presidente Alberto Fernández convocó para la tarde de este miércoles a la Quinta de Olivos al gobernador bonaerense Axel Kicillof y al Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, para analizar los pasos a seguir en cuanto a la cuarentena por coronavirus en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Las tensiones entre provincia y Capital se multiplican, más allá de la intención mediadora de Nación.
Después de algunas semanas de armonía al inicio de la cuarentena obligatoria de fines de marzo, en los últimos días la relación entre dos de los principales distritos del país no para de tensarse, con funcionarios bonaerenses, intendentes y hasta el mismo gobernador cuestionando la decisión de la Ciudad de flexibilizar la cuarentena, en un contexto en el que los contagios se están multiplicando. Según Kicillof, no es momento para aperturas comerciales sino precisamente para reforzar el aislamiento.
A inicios de la semana se multiplicaron las polémicas contra la apertura comercial avalada por el Gobierno porteño, con jefes comunales como Mayra Mendoza (Quilmes), Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Juan José Mussi (Berazategui) que lo definieron como una «irresponsabilidad», y el propio ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán que hace unos días afirmó que CABA era un peligroso «foco irradiador» de contagios. En el mismo sentido, este miércoles Kicillof manifestó su molestia por las crítica que le adjudican al Gobierno nacional y al provincial la intención de “politizar la cuarentena”. También, más allá de los cuestionamientos al Gobierno porteño, aseguró que habla seguido con Larreta: “Esta mañana nos cruzamos unos whatsapp porque tratamos de coordinar las actividades”.
La asistencia estatal durante la epidemia alcanza casi al 90% de la población
Más allá de la intención de bajar la intensidad de las críticas, el ex ministro de Economía dejó en claro sus diferencias: “Tomaron medidas distintas y lo que veíamos como riesgo… son cosas de sentido común: cuando crecen los casos se tiende a ser más rígido, no más flexible”. Ante la pregunta de si el Jefe de Gobierno porteño debería retroceder con la flexibilización de la cuarentena, Kicillof aclaró que “lo tienen que decidir él”. Pero sugirió: “Si en la Ciudad van a abrir los comercios, que no vaya a trabajar la gente de la provincia de Buenos Aires”.
“Cuando hay dos zonas contiguas donde en una hay más circulación que en la otra, la idea es que no haya intercambio viral. No es un invento mío ni algo difícil de explicar… si en el departamento de al lado de tu casa hay gente contagiada, no vas a ir a tomar el té”, concluyó.
Según el planteo provincial, más de un millón de trabajadores cruzan la General Paz cada a día para trabajar en Capital, lo que implica multiplicar los riesgos de contagio para todo el conurbano. Este jueves el gobierno porteño definirá si sostiene la apertura comercial lanzada hace algo más de una semana, así como las “salidas recreativas” durante el fin de semana, o retrocede en alguna de esas iniciativas. En el encuentro con el Presidente Alberto Fernández se terminarán de definir estas líneas de acción.