Desde la Federación Papelera denunciaron que a pesar de haberse contabilizado decenas de contagios por coronavirus en la planta jujeña de Ledesma, la empresa se resiste a aplicar los protocolos sanitarios necesarios o a suspender las actividades, poniendo en riesgo a los trabajadores y sus familias.
La planta papelera y celulósica de Ledesma se encuentra ubicada en el Complejo Agroindustrial Ledesma, en la localidad jujeña de Libertador General San Martín, donde la empresa también tiene su ingenio, fábrica de azúcar y bioetanol. Gracias a la sinergia con el procesamiento de la caña de azúcar, Ledesma se transformó en el principal obra del país.
Hace pocos días, en la conferencia de prensa presidencial que anunció la nueva etapa de la cuarentena, el gobernador jujeño Gerardo Morales reconoció la existencia de un “brote” en Ledesma. La provincia ya registra más de 1600 casos positivos. Sin embargo, según denunció José Ramón Luque, secretario General de la Federación Papelera, pese a la multiplicación de los contagios la producción en las distintas plantas de Ledesma ha continuado sin pausa.
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El pasado viernes 10 de julio incluso se confirmó la muerte de un trabajador papelero de Ledema por coronavirus, respecto de quien se denunció que la empresa lo obligó a prestar tareas pese a pertenecer a un grupo de riesgo por ser diabético.
En diálogo con Estado de Alerta, Luque detalló: “No hemos recibido ninguna contestación por parte del sector empresario respecto del cumplimiento de los protocolos sanitarios que tienen que garantizar dentro del establecimiento. Máxime hoy cuando tenemos la información de que hay unos 50 trabajadores papeleros con Covid 19. Y pueden ser más también. Pero hasta hoy no tenemos novedades de que la empresa haya suspendido las actividades productivas para empezar a trabajar sobre los casos”.
El dirigente anticipó que, considerando esta situación, los abogados de la Federación “ya están trabajando con la idea de una demanda penal”. Mientras esta semana se cumple un nuevo aniversario del trágico «apagón de Ledesma» de 1976, el dirigente manifestó: “Todos conocemos de dónde provienen la compañía y sus dueños”. Y agregó que “la historia se repita siempre, desgraciadamente, demostrando que poco interesa a la empresa la vida de los trabajadores y de las familias de los trabajadores”. “Les interesa seguir incrementando la producción, seguir vendiendo, seguir stockeando para continuar exportando lo que se produce. En fin, siempre cuidando más que nada el negocio y descuidando la vida de los trabajadores y de las familias en esta emergencia nacional y global”, concluyó Luque.
