Este miércoles, en el marco de la última reunión del año del Consejo Económico y Social (CES), que cerró el presidente Alberto Fernández en el Teatro Nacional Cervantes, el dirigente judicial opositor Pablo Serdán fue golpeado por un hombre que desde la oposición sindicaron como cercano al gremialista Julio Piumato. El agredido debió ser hospitalizado con posible fractura de tabique.
Según denunció la agrupación sindical opositora Desafío Sindical, que se opone a la histórica conducción de Piumato en la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN), el hecho de violencia se produjo alrededor de las 17, cuando Serdán se encontraba sentado esperando el comienzo del acto, por casualidad ubicado cerca de los asientos donde se ubicaban miembros de la agrupación oficialista Marrón.
Según Serdán, el ataque se produjo sin provocación alguna: “Esta situación alcanzó para que este representante gremial me increpe para que me retire de allí. Como no accedí, alegando que mis compañeros estaban buscando una nueva ubicación para sentarme; procedió a pegarme un violento golpe en la cara, generándome lesiones en el tabique las cuales motivaron que tenga que hospitalizarme”. El atacante sería el Secretario de Capacitación del sindicato.
El dirigente judicial fue trasladado al Hospital alemán, donde se le realizaron los primeros estudios y una serie de análisis para confirmar la necesidad de una intervención quirúrgica. Serdán agradeció los mensajes de apoyo de distintos sectores sindicales y anticipó sus intenciones de presentar una denuncia formal.
“Este hecho demuestra que vamos por el buen camino en la transformación del sindicato y que estamos haciendo mucho ruido. Esperemos que las autoridades de la UEJN, tomen las medidas pertinentes en el marco de nuestro estatuto”, agregó.
Desde la agrupación opositora manifestaron: “No podemos permitir que se siga cayendo en esas prácticas sindicales antidemocráticas, que si bien parecieran hábitos de otra época, siguen presentes en casos como el ocurrido en las elecciones del sindicato de Guincheros donde incluso se llegó a la utilización de armas de fuego”. Y concluyeron: “Basta de violencia en los sindicatos, pensar distinto no puede ser motivo para agresiones tan cobardes”.