La APJ GAS convoca al cese de actividades en toda la industria del gas natural este miércoles 24 de enero desde las 12 horas, en consonancia con el paro general decretado por las centrales obreras de la República Argentina, con movilización al Congreso de la Nación.
Desde el gremio explicaron que las medidas de fuerza fueron motivadas por la firma del Decreto de Necesidad y Urgencia 70/23 (vigente en gran parte) y el envío de la “Ley Ómnibus” a la Cámara de Diputados, ambos instrumentos jurídicos y políticos que deben ser sometidos a votación esta semana y que contienen «medidas que afectan integralmente los intereses de los trabajadores y el pueblo».
En este sentido remarcaron que la inflación, el trabajo precario y los niveles de pobreza actuales «requieren una solución que permita que ningún compatriota se “caiga del mapa” y que se frene el estado de degradación social creciente al que asistimos». Y añadieron: «Nada de esto es posible con más hambre, menos derechos, más saqueo e inflación, menos atención del Estado tanto a los sectores vulnerables como a los desarrollos estratégicos. No se puede tirar la bañera con el chico adentro».
APJ Gas denunció que las medidas del Gobierno de Javier Milei «vulneran la soberanía en todos los terrenos: entregará recursos estratégicos, nos pondrá al límite de la desintegración territorial, aumentará el cierre de fábricas y el desempleo, dejará a jubilados, inquilinos, pequeños productores en manos del mercado sin control ni regulación ni certezas».
Además, sostuvieron que la reforma laboral que impulsa esta administrción, «legaliza el fraude laboral, disminuye indemnizaciones, permite despidos discriminatorios, criminaliza la organización sindical y pone en jaque el derecho a huelga, entre otros puntos sumamente preocupantes».
Por todo ello, concluyeron que el DNU y la Ley Ómnibus «deben ser totalmente rechazadas» en el Congreso y que el Gobierno «debe enviar a discusión cada tema con el respeto al tiempo de discusión pertinente y la participación social que haga de cualquier conclusión un cambio sostenible en el tiempo y, en el espíritu del interés colectivo y el bien común como principios rectores de cualquier sociedad que defienda vivir en paz y con justicia social como objetivo y camino».