Ante la noticia del pedido de renuncia que le hizo el presidente Alberto Fernández a Federico Basualdo, hasta hoy subsecretario de Energía Eléctrica, distintos referentes gremiales del sector mostraron cierta preocupación por el alejamiento del funcionario. La decisión también genera interrogantes en la ciudadanía, dado que su alejamiento tendría que ver con su negativa a aumentar las tarifas de servicios públicos.
Lo cierto es que, paralelamente, el Gobierno autorizó un aumento del 9% en ese sector estratégico que conduce, Darío Martínez. Será el primero de dos aumentos previstos para este año, que totalizarán alrededor de 18% y comenzará a regir a partir del mes de mayo, algo que ya había adelantado el ministro de Economía Martín Guzmán en su momento.
En plena disputa interna por el aumento de las tarifas eléctricas se conoció el alejamiento de Basualdo, quien se resistía a todo tipo de incrementos por lo menos en los próximos meses, bajo la consideración de las dificultades económicas que atraviesa gran parte del pueblo argentino, cuyas últimas mediciones oficiales blanquearon un 42% de pobreza que con posibles nuevas restricciones producto de la segunda ola de la pandemia, tenderá a agravarse.
Según fuentes cercanas a la subsecretaría, para dar esos incrementos, el Gobierno ya había hablado de la necesidad de contar con un nuevo esquema de valor de costos y segmentación de tarifas que “Basualdo nunca presentó”.
Las audiencias públicas para aumentar las tarifas de energía eléctrica se realizaron en marzo y durante el mes de abril el Gobierno debía definir la suba. En el último día del mes, finalmente, se estableció el primero de los dos aumentos para la región metropolitana. Es que en el resto del país las tarifas son autorizadas por los gobernadores y ya se incrementaron.
En este escenario, la preocupación está dada por una mayor aceleración de la inflación que venga de la mano del incremento de tarifas. No obstante, de permanecer congeladas, los subsidios necesarios del Estado para las empresas distribuidoras de energía, generaban un rojo fiscal que no tiene cabida en el actual presupuesto vigente diseñado para éste año por la cartera de Hacienda, con lo cual éste alejamiento puede leerse como un triunfo de Guzmán.
Basualdo había sido designado a fines de octubre de 2020 en reemplazo de Osvaldo Arrúa. Para asumir ese cargo, había renunciado como interventor del ENRE, ente donde estuvo en dos oportunidades, durante los gobiernos de CFK.