De acuerdo con el más reciente Informe de Actualidad Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA), en el mes de noviembre se registró una caída de la actividad industrial de 3,8% interanual en noviembre y de 2,5% mensual en relación con el mes anterior. El acumulado de 11 meses de 2024 marca una caída de 9,7%. La entidad industrialista advierte por la grave situación marcada por la pérdida competitividad y la apertura de importaciones.
Según detallaron, el retroceso de la industria se produce en un escenario caracterizado por “una alta carga impositiva local, falta de infraestructura, falta de financiamiento, costo de la energía y una historia de inestabilidad macroeconómica”.
Más allá de los datos negativos globales, en noviembre algunos sectores lograron mejores resultados relativos, empezando por Alimentos y bebidas (+4,8% interanual). También crecieron Pinturas (+3,7% interanual), Refinación de petróleo (+2,1% interanual), Sustancias y productos químicos (+0,7% interanual) y Productos farmacéuticos (+0,8% interanual). Los rubros con mayores bajas fueron Materias primas plásticas y caucho sintético (-16,9% interanual), y petroquímicos intermedios (-11,3% interanual).
El sector automotor fue otro de los más afectados por la recesión nacional, con una baja de 5,1% interanual (sobre todo por la caída de 25,1% de las ventas de vehículos nacionales, que no fue compensado por el aumento de 6,1% de las exportaciones). También siguen en baja Papel y cartón (-7,6% interanual) y Metalmecánica (-7,1% interanual), aunque con una relativa desaceleración respecto de los meses anteriores. La producción de Metales básicos se desplomó un 12,6% interanual, por loa caída en la producción y venta de hierro y acero, en parte relacionado con el derrumbe de la construcción por el fin de la obra pública (-80% interanual).
Desde la UIA reclamaron con urgencia medidas oficiales para “nivelar la cancha frente a la competencia desleal” para la industria nacional y cuestionaron las demoras en las anunciadas medidas antidumping. Y concluyeron: “Aun teniendo economías de gran escala, con macroeconomía estable y ordenada, infraestructura de nivel mundial, altos niveles de crédito, entre otras, los países desarrollados como Estados Unidos o la Unión Europea resguardan la producción, el empleo, y la inversión local frente a la competencia desleal utilizando de manera eficientes este tipo de herramientas”.