Un domingo trágico se vivió en Nueva Delhi, la capital de la India, donde una fábrica de bolsas se incendió y provocó la muerte de 43 personas, mientras que 16 sufrieron heridas. Por el hecho fue detenido el dueño de la planta.
En horas de la madrugada, los bomberos recibieron una llamada de alerta por el siniestro y de inmediato se pusieron en marcha con 30 autobombas. Mucho debieron trabajar para controlar las llamas que habían copado todo el edificio. Sin embargo, cuando el fuego fue apagado y los rescatistas lograron entrar se encontraron con un panorama desolador: decenas de cadáveres yacían por todas partes.
«Han muerto 43 personas por el fuego y rescatamos del edificio a 62 personas», de las que 16 sufrieron heridas, la mayoría por inhalar el humo, detalló el vocero del servicio de bomberos de la capital india, Atul Garg, quien agregó que «muchos murieron por respirar el humo porque no se dieron cuenta del incendio al estar durmiendo».
Además, Garg explicó que en India «es común que algunos trabajadores duerman en los lugares en donde trabajan» para ahorrar gastos de alojamiento, por lo que la mayoría de las víctimas fueron empleados. También destacó que «muchas fábricas están en edificios viejos sin elementos de seguridad contra incendios y con instalaciones eléctricas obsoletas.
Respecto de las causas, el ministro de Aviación Civil de la India, Hardeep Singh Puri, señaló que la tragedia se debió a un «cortocircuito».
Poco después de la tragedia, fueron detenidos el dueño del lugar y su gestor, mientras que varios directivos del lugar ayer eran aún buscados.