La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada, con 133 votos a favor que incluye el apoyo de bloques menores de la oposición, el proyecto sobre el impuesto a las grandes fortunas, que deberá, ahora, ser tratado en el Senado.
A lo largo del debate, los legisladores oficialistas defendieron el proyecto con el argumento de que es necesario reforzar las arcas públicas debido a la caída de la recaudación, y de que se debe asistir al sistema sanitario y productivo; mientras que desde la oposición lo analizaron como un impuesto que obstaculizará las inversiones empresarias.
Luego de 14 horas, cerca de las 15 horas, la iniciativa contó con 133 votos a favor, del Frente de Todos y bloques provinciales; 115 en contra, de Juntos por el Cambio, y 2 abstenciones provenientes de la Izquierda.
El último discurso de cierre fue el de Máximo Kirchner, jefe del bloque oficialista e impulsor de la medida, quien tuvo que retirarse del recinto después de ser informado que un contacto estrecho resultó positivo de Covid-19.
«Hay que bajar un poco y entender lo que le está pasando a nuestra sociedad. Entender que los desafíos que tenemos por delante son importantísimos”.
Afuera, grupos sindicales y políticos apoyaban la votación y adentro, los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas y de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, acompañados por intendentes bonaerenses y dirigentes nacionales, hacían lo propio.
Fue entonces cuando Sergio Massa se incorporó a la sesión: las autoridades sanitarias así se lo autorizaron luego de que se confirmara de que el delegado del FMI, Luis Cebeddu, con quien Massa se había entrevistado el viernes pasado, dio negativo en su test de Covid-19.
Con este impuesto estarían alcanzadas unas 10 mil personas, el 0,8% del total de los contribuyentes que presentaron su declaración jurada en 2019 y que cuentan con activos por más de 200 millones de pesos.
La recaudación del gravamen totalizaría unos $325 mil millones.
El oficialismo logró superar la mayoría agravada de 129 votos necesarios para la creación de este nuevo impuesto con el apoyo de un sector del Interbloque Federal y del Interbloque Unidad Federal para el Desarrollo. Graciela Camaño, sin embargo, anticipó su voto en contra porque, a su juicio, el proyecto «desalienta las inversiones privadas y genera inseguridad jurídica y desconfianza en el país».