Impuesto a la Riqueza en modo ‘aporte patriótico’ y pax Campo-Peronismo, sería lo Máximo. La fórmula legislativa del Mas/Max con los ‘tenedores’ en la mesa de la firma.

Y así quizás, como emulando al Gladiador en medio del gran circo romano que pulula en la política Argentina, el ya no tan joven de apellido K, titular de la bancada del FDT, haría su ingreso triunfal a las grandes ligas, para exhibirse en una construcción que supere largamente la tropa propia.

Máximo Kirchner, el hijo del matrimonio presidencial, está conduciendo junto al jefe del Frente Renovador, la fórmula legislativa de proyectos de leyes post pandemia, como parte de ese ‘Plan’ que se le demanda al Frente de Todos a fin de encabezar las acciones de gobierno.

El motor encendido hace ruido en las pistas del Congreso, tanto en las tribunas locales como en las visitantes.

De ahí que la cuerda se tense del lado del Club “Infectodictadura”, que hace tiempo viene ‘trollseando’ lo de ‘los médicos cubanos’, ‘la liberación de presos’, ‘el somos Venezuela’, ‘el enamoramiento a la cuarentena’, entre otras propuestas de banderazos. Como desde aquellos que se muestran fogoneando el “gen alfonsinista”, para calificar la estrategia componedora de Alberto Fernández, calificativo que el propio ‘bichito colorado’, transformó en un elogio y lo hizo capital negociador, hacia lo peorcito que habita entre los tenedores de bonos de deuda y lo más conservador del poder local.

Por eso mismo, mientras algunos como el matrimonio por ‘Iglesias’ del separatista mendocino y la Lilita chaqueña fracasaban en el intento de planificar un homenaje mediático-recoletero, al conmemorarse los 12 años del VOTO NO POSITIVO; también dentro de la propia estructura del ejecutivo, hubo quienes movieron algunas piezas para que la coalición gobernante, mutara en colisión de gestión. 

Algún entusiasta incluso cantó ‘jaque’, en el momento que Vicentín terminó por travestirse de expropiación a intervención Estatal. Y más aún, cuando a la distancia, un funcionario de menor rango, se atrevió a pronunciar una verdad tan reveladora de la República Bolivariana: como afirmar que el color vino-tinto tiene una tonalidad similar a la bandera del país que presidiera Hugo Chaves. 

Dicen, aunque probablemente nunca será oficial, que hay diferencias de criterio en algunas cuestiones de coyuntura, entre la actual vice presidenta y el jefe del bloque de diputados del oficialismo (aunque este hecho, también podría ser leído como otro movimiento de la Dama). Al tiempo que muchos descreen que la travesía conjunta del Mas/Max entre el titular de la Cámara Baja, Sergio Massa y el principal referente de la “Cámpora”, esté sostenida por una alianza con nudo marinero.

Aunque mejor muestra de independencia de criterio podría exhibir Máximo Kirchner, que justamente diferir con quien es sin dudas la mayor estratega del último triunfo electoral e indiscutiblemente, unE de lEs mayores cuadrOs polítiquEs de la Argentina desde la recuperación de la Democracia para acá. ¿Existe una manera más oportuna y eficiente de cortar el cordón umbilical político?

Lo cierto es que claramente la estrategia negociadora tiene como protagonista la caligrafía MK. Acción que ayuda a que perdiera densidad las críticas al acto del 9 de julio. Porque paralelamente, la idea de “vaca viva” tuvo su continuidad en el acuerdo del gobernador bonaerense con muchos representantes del sector agropecuario. Hello! Ni Larreta es Bolsonaro, ni Kicillof, Stalin. 

Y quizás la Pandemia esté zarandeando entre los ‘colectivos’ propios y los extraños.

Incluso también se dice, a modo de chiste tonto, que del lado de la Mesa de Enlace, sí hay una dama herida, de nombre ‘Sociedad Rural’, aunque la frase atrase y deba ser cuestionada por su descalificación de género.

Como sea, ya se apuesta a que este Neo Peronismo (por así llamarlo) y el Campo 2020, podrían estar recorriendo por primera vez en décadas y décadas un camino como aliados, aunque sea de corto plazo. Tal vez también porque otra vez se cumple aquella máxima borgeana de la unión por espanto.

Aunque a la tormenta coronavirus se le sumó un iceberg en la continuidad de las discusiones en el área de seguridad, lo que permitió que la Pato volviera a hacer Cuac. Porque “el horno no está para bollos”, y esta eterna asignatura pendiente, vuelve a imponerse en la demanda ciudadana, con peligro de desborde anunciado por propias primeras líneas en cargo de responsabilidad de la Provincia de Buenos Aires. Así, el cambio de funcionarios, sólo lo demora la guerra contra los contagios.

Paralelamente en lo “macro”, la frutilla del postre, no sólo incluiría un cierre en el canje con los bonistas, sino también el anuncio del tratamiento sobre tablas legislativas del ya desgastado Impuesto a la Riqueza o contribución de las grandes fortunas; entre otras formas de nombrar el hecho de parir la instrumentación de un aporte económico similar al que ocurre en tantas y tantas naciones ‘no populistas’ del mundo entero.

Más aún, si al tiempo que se lo presenta como una suerte de ‘aporte patriótico’, se les asegura que, el incremento en el valor de las acciones empresariales, crecerían hasta amortizar prontamente la ‘humanitaria colaboración’, a través del normal comportamiento del mercado de valores

Todo por supuesto, si en el mientras tanto, conseguimos sortear este tsunami bautizado como COVID, fortaleciendo la salud del país, como única forma de honrar a los miles de fallecidos y a los millones de argentinos, que arriesgan sus vidas en los puestos esenciales de trinchera.