El Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS) llevó adelante este lunes un paro total de actividades contra la ola de despidos y las políticas intimidatorias contra los trabajadores que se está aplicando en la empresa AySA (Agua y Saneamientos Argentinos) con la nueva gestión alineada con el gobierno de Javier Milei. La medida de fuerza se resolvió en una asamblea gremial de la que participaron la Comisión directiva y más de 300 delegados.
José Luis Lingeri, titular de SGBATOS y miembro de Consejo Directivo de Confederación General del Trabajo (CGT), denunció que a poco de la asunción de las nuevas autoridades el gremio presentó un “plan integral para equilibrar la empresa y proteger los empleos” que, según explicó, “aborda diversos aspectos económicos, financieros, operativos y estructurales”. La propuesta “aún no ha recibido respuesta por parte del gobierno”, sostuvo.
Según detallaron desde el gremio, la plantilla de AySA (responsable de la provisión del servicio de agua y cloacas para la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos del conurbano bonaerense) se mantuvo estable entre 2006 y 2017 cuando, por la incorporación de nueve partidos del conurbano (que previamente dependían de la empresa ABSA) se sumaron más de 1.000 personas a la planta permanente de la empresa. “Esta incorporación impuesta por el entonces gobierno, expandió el radio de acción a 3.300 km² totales, sumado a 3.400.000 habitantes a la prestación de los servicios sin incremento alguno del presupuesto”, explicó Lingieri.
Respecto del acatamiento de la medida de fuerza, el gremialista manifestó su satisfacción por el apoyo de los trabajadores: “Agradecemos el acompañamiento de más del 90% de los trabajadores de AySA, así como el mensaje de apoyo y solidaridad de la Federación Nacional de Trabajadores de Obras Sanitarias y sus sindicatos adheridos”. También anticipó: “Estén seguros de que continuaremos trabajando incansablemente para defender los derechos de cada compañero y compañera”.