Será el próximo 9 de marzo cuando en una reunión con los principales actores de la cadena de la Construcción, el Gobierno dé continuidad a la ronda de encuentros sectoriales que planificó para alcanzar un acuerdo de precios y salarios.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, concretó la segunda reunión de la mesa de la cadena de alimentación, el primer sector que se puso en marcha, al que se sumará también -probablemente la próxima semana- un nuevo encuentro sectorial, en este caso con productores de electrodomésticos.
Por su parte, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, anticipó que la primera reunión de la mesa de precios y salarios con el sector de la construcción tendrá por objetivo “generar acuerdos sobre los precios de los materiales para construcción en un contexto en el que va a haber una demanda de materiales importante».
Fue el mismo Ferraresi a quien le tocó anunciar este miércoles que se descongelarán los precios de los alquileres y también que se deberán a comenzar a saldar las deudas de los inquilinos, uno de los temas más sensibles que provocó la pandemia en la clase media.
“Nos vamos a reunir, hemos recorrido los sectores, el objetivo es que los salarios le ganen al aumento de precios, generar las condiciones para que el aumento de precios de materiales de la construcción sea menor a la evolución de los salarios», confirmó el ex intendente de Avellaneda.
Todo eso conscientes de que “va a haber una demanda de materiales importante” porque tal como señaló el presidente de la Cámara de la Construcción, Iván Szech a Estado de Alerta “el presupuesto designado para obra pública durante éste año se duplicó”, y habrá acompañamiento del sector privado, con lo cual esa potencia puede ser contraproducente a la hora de determinar los precios, cuestión que justamente se deberá ajustar para que ese aumento de la economía “no se concentre en el precio de los materiales, sino que la mayor ganancia sea por mayor venta”, confirmaron desde Infraestructura.
Se suma también la incidencia de las recientes medidas de blanqueo de capitales para la construcción, que podría atraer inversiones por 5.000 millones de dólares.
Respecto a los problemas de abastecimiento, las dificultades parecen estar centradas más en el proceso de distribución que en la producción de los insumos. «Estamos ajustando esos detalles, hay un compromiso para que a la Argentina le vaya bien, tenemos expectativa en que los productores acompañen esta decisión», se ilusiona Ferraresi.
La construcción será la segunda industria con la que el Gobierno iniciará un diálogo en la búsqueda de un acuerdo de precios y salarios, luego de que se realizara la primera la semana pasada con el sector de alimentos.
La construcción registró en diciembre un alza interanual del 27,4%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), y ese aumento resultó un 22% superior al nivel pre-Covid de febrero de 2020. Además, se trató de la segunda suba consecutiva tras 26 meses en baja, y la de mayor magnitud desde noviembre de 2017.
A mediados de setiembre, ante la creciente demanda de materiales, y para evitar que eso se traduzca en una presión para la inflación, la Secretaría de Comercio Interior lanzó el programa Precios Cuidados para la construcción, con unos 93 productos de 17 rubros, y valores un 5% por debajo de los de mercado.
La respuesta de muchas empresas fue retener volúmenes de producción y desabastecer el mercado, en momentos en que la construcción volvía a demandar materiales, a la espera de incrementar los precios y también de una posible devaluación del peso frente al dólar, alentada por sectores del mercado, que finalmente no ocurrió.
Por eso, desde el Gobierno se implementaron fuertes controles que lleva adelante el área de Paula Español, la joven que fue acusada luego de haber multado a 12 compañías por mal comportamiento de que volvió el “método Moreno”.