Gremios y empresarios se enfrentan en la OIT. Reforma laboral, pérdida de derechos, persecución sindical, caída de la producción y disminución del empleo

La discusiones entre cámaras empresarias y organizaciones sindicales del país, se trasladaron a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con sede en Ginebra, Suiza, en el marco del congreso anual que se realiza a la puertas del verano europeo y el inicio de los fríos invernales en los países más alejados de la línea del Ecuador del hemisferio Sur.

Así, mientras la delegación de la Unión Industrial Argentina (UIA), ahora presidida por Martín Rappallini, quien reemplazó a Daniel Funes de Rioja en el cargo al frente de la entidad, volvió a poner el foco en el así llamado «costo argentino» y en la necesidad de oficializar la flexibilización laboral, ya de hecho en marcha;[ los dirigentes sindicales presentes, principalmente aquellos que representan a los sectores de los espacios públicos, volvieron a denunciar «pérdida de derechos» en los ámbitos de empleo y «persecución sindical», protagonizada por la administración libertaria gobernante en la Argentina, tanto para la resolución de conflictos, como para el respeto a las normas que rigen por ley, las relaciones y los vínculos en los lugares de trabajo.

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En el caso de la UIA, el cambio de un empresario bonaerense como Rappallini -respaldado por industrias, que hoy se encuentran enfrentando una apertura de importaciones que pone en riesgo la continuidad de muchas fábricas- por el experto abogado laboralista Funes de Rioja, no modificó el foco principal de la demanda gremial empresaria hacia el campo laboral.

Aunque en la previa, se esperaba que el objetivo principal de las críticas se orientaran más a las medidas arancelarias, dispuestas de manera unilateral localmente. Algunas conversaciones, de hecho, hicieron pensar que las declaraciones se iban a centrar principalmente en la caída de la producción, con deterioro del mercado interno (debido a la expulsión de mano de obra y pérdida del poder adquisitivo), y en las dificultades para la exportación a partir de la situación financiera. De hecho sindicatos de la actividad privada, tenían proyectado algún tipo de comunicación conjunta, ya que tanto los gremios como las empresas están sufriendo consecuencias negativas.

Se verá la posición de los estados nacionales integrantes del trípode de la  OIT, cuando durante la cumbre desarrollen lo que hoy implica contener la fuerza laboral en un mundo que muestra sectores cada vez más concentrados de la economía, y sobre todo de las acciones especulativas de concentración de ganancias que expulsan mano de obra y menosprecian el fomento a las actividades productivas, en un contexto que además pone en crisis la paz interna de los países, por el alto volumen de protestas sociales, debido a la existencia de «tortas» muy desiguales, en cuanto al reparto de la riqueza, tanto en los países periféricos y en vías de desarrollo, como en la mayoría de las naciones centrales.