A pocas semanas del inicio de clases en todos los niveles, los conflictos docentes empiezan a tensar la agenda sindical a nivel provincial y nacional. Mientras el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) recibió una oferta de la provincia de Buenos Aires de 9% de recomposición salarial, los educadores universitarios y de nivel superior se declararon en “Estado de alerta y movilización” contra la ofensiva del Gobierno nacional de Javier Milei contra la educación y organismos científicos como el Conicet.
El FUDB mantuvo una reunión en la sede platense del Ministerio de Trabajo para actualizar los salarios 2025, en la que recibieron una oferta de la administración de Axel Kicillof de 9% de aumento, que se efectivizaría en dos tramos (7% en febrero y un 2% en marzo), cifra que se ubica por encima de la inflación del mismo período. La provincia, además, anticipó sus intenciones de reabrir la discusión paritaria en el mes de abril, lo que fue bien recibido por las conducciones gremiales.
En cuanto al nivel educativo superior, tras un plenario de nacional de delegados la CONADU (uno de los gremios más representativos del sector universitario) se declaró en “estado de alerta y movilización” por el deterioro de sus salarios, anticipando que en estas condiciones “las clases podrían no comenzar en tiempo y forma”. En ese sentido, denunciaron el “desfinanciamiento del gobierno de Milei y la sistemática omisión de la paritaria nacional docente”, alertando sobre nuevas medidas de protesta para las próximas semanas, que podrían incluir el no inicio de clases. También se exige la renuncia de los responsables de “la destrucción del sistema universitario, científico y tecnológico”, la restitución de salarios adeudados y el “cese de la violación de la autonomía de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo”.
También la Federación de Docentes Universitarios (FEDUN) confirmó el estado de alerta y movilización ante el plan de ajuste del Gobierno nacional que apunta contra los organismos científicos y tecnológicos. En un comunicado conjunto con la Federación de Sindicatos Universitarios de América del Sur (FESIDUAS) y la Federación Latinoamericana de Trabajadores Científicos (FEDLATCI), ratificaron su “más firme rechazo” al desmantelamiento del CONICET y otros organismos del sector, considerando que esto constituye “un ataque directo” a la producción de conocimiento y la educación pública, considerando que la ciencia y la tecnología “no son un gasto, sino inversiones indispensables para enfrentar los desafíos globales y garantizar el desarrollo integral de nuestra sociedad”.