Según advirtieron los gremios aeronáuticos en conflicto, las últimas decisiones tomadas por el gobierno de Javier Milei lograron que la crisis en Aerolíneas Argentinas escale “a un nuevo nivel de intensidad”, dando cuenta de un enfrentamiento que “excede los motivos salariales” y que pone en riesgo la misma continuidad de la empresa de bandera. En este sentido, denunciaron que el oficialismo está llevando adelante un «lock out» patronal para luego culpar a los gremios del sector por la salida de funcionamiento de la empresa.
Desde la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA) criticaron en duros términos el “rol de marioneta itinerante” del Presidente de Aerolíneas Fabián Lombardo, quien con sus apariciones de los últimos días en “cuanto canal oficialista se le puso por delante” dejó “en claro que el enfrentamiento entre el gobierno y los sindicatos excede los motivos salariales”.
Respecto de Lombardo, los gremios añadieron: “Quien fuera Gerente Comercial durante las presidencias de CFK y Alberto Fernández, y por ende funcionario a las órdenes de Mariano Recalde y Pablo Ceriani en sus pasos como presidentes de Aerolíneas, se calzó sin dudas ni objeción de conciencia alguna el traje de Libertario ortodoxo”.
A continuación señalaron que “como consecuencia del despido arbitrario de tres compañeros pilotos, presentó su renuncia el Gerente de operaciones de la empresa, es decir quien tiene bajo su responsabilidad toda la flota”, aclarando que esto implica el problema de que una vez efectivizada esa dimisión que deja la posición acéfala “la empresa no puede volar”, por lo que hicieron responsable al presidente de la empresa de las “las implicancias para la seguridad operacional que este contexto de conflicto genera” y sus “potenciales consecuencias”.
También remarcaron que “las verdaderas intenciones del presidente de la empresa” quedan en evidencia en su el hecho de que “eliminó por completo y corrió del medio a cualquier instancia o persona que aún trabajara en favor de los intereses y el funcionamiento virtuoso de la empresa”. “Personas con años de trayectoria y experiencia, y cuyo conocimiento de la compañía podría resultar clave en estos momentos, fueron salvajemente descartadas por no alinearse devotamente al inescrupuloso plan oficial”, agregaron.
“Ahora, con el reloj de arena corriendo en el aspecto operacional, y con la ausencia de dos actores clave para el funcionamiento interno de la aerolínea, se deja ver un posible escenario de parálisis en el corto plazo, no sin la posibilidad de algún previo exabrupto empresario fuerte en su cruzada contra las medidas gremiales. Desde ya, y de manera burdamente obvia, se trataría esto de un Lock out patronal, que buscaría detener la operación de la compañía para luego culpar a los sindicatos y sus trabajadores”, enfatizaron los gremios.
Según la posición gremial, esto demuestra que el conflicto “jamás fue por un tema salarial y que las cartas están echadas”. Al respecto, añadieron: “El objetivo de este mezquino personaje de poca monta y baja estatura moral, siempre fue acoplarse al ataque de las principales autoridades del país hacia una empresa que abiertamente detestan. Verdaderamente de eso no se vuelve”. En los últimos días, desde el Gobierno nacional se ratificaron las intenciones de reprivatizar Aerolíneas, pese a que en su momento había quedado fuera de la lista de empresas “privatizables” aprobada en el marco de la Ley Bases.
“Pero hay algo que nunca entenderán, y es que Aerolíneas Argentinas somos sus trabajadores, y no van a partirnos. Somos mucho más fuertes de lo que imaginan. Estamos dispuestos a dar la pelea por la continuidad de nuestro trabajo hasta las últimas consecuencias. No vamos a negociar nuestra dignidad ni a ceder ante un proyecto destructivo y precarizador, cuya única meta es disciplinar, someter y reducir para poder vendernos a sus socios extranjeros”, afirmaron los gremios.
Y concluyeron: “Los trabajadores somos perfectamente conscientes de lo que está sucediendo y ya pasamos por esto. Un día fue Iberia, otro fue Marsans. Hoy es el propio Estado. El mismo Estado que abandona a los jubilados, a la salud pública, a la ciencia, a la educación, al transporte. Un Estado que arrasa con cuanto sector aún mantenga o simbolice la más mínima concepción de Soberanía nacional. A eso vinieron. Y si algo es Aerolíneas Argentinas, es justamente eso; orgullo y soberanía nacional. Los trabajadores y trabajadoras aeronáuticos estamos unidos y dispuestos a luchar hasta el final. Y vamos a prevalecer”.