La fuerte recesión económica y el efecto post elecciones, el mercado acelera su retroceso. A pesar de los subsidios y bonificaciones se mueven las ventas. Por lo que los especialistas predicen el peor octubre desde el 2004, tiempo en dónde el país había quedado sumido en la crisis del 2001-2002 y faltaban algunos meses para su recuperación.
Los planetas se alinearon para mal en el sector: al derrumbe del mercado automotor, por la devaluación acelerada del peso, se le suma cierta incertidumbre política por unas elecciones presidenciales donde por algunos meses existe temor a desconocer cuáles serán las reglas del juego.
Desde la semana pasada las concesionarias de autos no logran atraer a los clientes ni siquiera con fuertes bonificaciones que llegan al 30% del precio de lista de algunos modelos. “Son días muy difíciles. La gente ya ni entra en los locales”, reconocieron en una concesionaria de marca líder.
Por lo tanto, los patentamientos están cayendo en el mes en alrededor del 43%, con el agravante de que la comparación se realiza ya con un mes malo del año pasado. Con este escenario, en el sector estiman que el mercado mensual cerrará en aproximadamente 28.000 unidades, un volumen muy bajo.
Para tener un punto de referencia del difícil momento hay que remontarse a octubre de 2004 para encontrar un nivel de patentamientos tan bajo. En el décimo mes de aquel año, se registraron apenas 24.617 unidades y se saltó a 30.395 12 meses después. En aquella época se estaba saliendo recién del estallido social que produjo la salida de la convertibilidad a fines de 2001.