Gobierno – UIA: Una cena con sabor a muy poco

El año pasado en el encuentro anual – misma fecha-, el gobierno le pidió a la Unión Industrial que las empresas “empezaran a tener algo de valor agregado para exportar”, el gobierno este año tuvo que pedirles “paciencia” para pasar la tormenta, y un esfuerzo para apostar a la reactivación –con la que insiste Macri para los próximos meses- sin más despidos ni cierres.

Pese al jueves negro, con un dólar que rondaba los $43, el gobierno no pospuso el encuentro y coincidieron en escuchar -en una cena reservada en Puerto Madero- la visión de los empresarios. La elección no pareció casual. El encuentro fue con los principales referentes de la industria nacional, el sector más golpeado de la economía en momentos en que la solución oficial pergeñada para frenar la divisa estadounidense volvía a ser una fuerte suba de tasas.

Pero lo cierto es que estos encuentros se producen con expectativas de qué prometerá el gobierno y no que pedirá. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, fue el principal orador de un oficialismo que, pese a las desmentidas, se vio «muy preocupado» por la situación del sector. No es para menos. Desde el mismo gobierno acababan de reconocer la pérdida de 191.000 puestos de trabajo en blanco –aunque el presidente eligiera decir en la Legislatura que habían creado 700.000 nuevos puestos- lo que le valió la burla y el enojo de millones de argentinos-.

Además de Miguel Acevedo, y otros vicepresidentes de la entidad fabril, como Daniel Funes de Rioja y Luis Betnaza. También había representantes de las regiones y de las PyMEs, intercambiaron opiniones sobre producción, consumo, ventas, empleo, inflación con Marcos Peña, jefe de Gabinete y Dante Sica, Ministro de Producción.

Entre los empresarios reconocieron que existe un clima de «decepción, bronca y resignación con el actual gobierno», pero fueron moderados a la hora de tirar “las pálidas” sobre todo desde sectores donde los diagnósticos son muy duros y atraviesan situaciones «muy comprometidas». Los paliativos que les ofrecieron: créditos blandos y bajas de contribuciones.

Peña dio su punto de vista sobre la situación económica, reconoció que se estaba pasando un mal momento y que existe una «preocupación grande». Si bien admitió que el país tiene hoy grandes restricciones, remarcó ante los industriales que el oficialismo hará esfuerzos para minimizar el impacto de la actual recesión económica, pero no hubo otros anuncios o promesas más jugosas, con lo cual quedó sabor a “muy poco” para la UIA.