Un lugar muy identificado con los movimientos sociales. También con el Papa Francisco. Pero sobre todos con los pobres y con aquellos que buscan trabajo. Alberto Fernández, el flamante presidente de los argentinos, sorprendió con un gesto humanitario en persona: junto a su mujer y su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, participó de la “previa” en la cena de Nochebuena que se realizaba en el Santuario de San Cayetano.
Fue una imprevista aparición en el barrio porteño de Liniers, donde una gran cantidad de personas compartían la cena de Nochebuena en el tradicional santuario donde millones de devotos se reunen cada año.
«La Navidad nos invita a reflexionar sobre el otro, que es también una reflexión sobre nosotros. Esta Navidad los invito a tenderles la mano a quienes sufren y, entre todos, construir la Argentina que soñamos. Felicidades para todos y todas», escribió Fernández en las redes en consonancia con el mensaje de “solidaridad” con el que viene insistiendo en cada oportunidad.
Luego de la sorpresiva visita, que no había sido anunciada, Alberto Fernández cenó, en la noche del 24, en la casa de su hermano en el barrio de Martínez, cerca de la Residencia Presidencial, luego de darle licencia al personal de la Quinta de Olivos, para que pasaran las Fiestas con sus familias.