En medio de una fuerte crisis, ocasionada principalmente por una deuda millonaria, la reconocida cadena de electrodomésticos se debate entre reestructuración y cierre. Es que los bancos que son acreedores de la firma evalúan vender su parte y ya habría un grupo interesados en comprarla, pero con los riesgos que para el personal todo eso significa.
La empresa, propiedad de los hermanos Daniel y Omar Garbarino, cuenta con 200 locales entre los de su propia marca y Compumundo; da empleo a 4.500 personas y posee una planta en Tierra del Fuego para ensamblar productos con la licencia Samsung.
Su participación de mercado de electrodomésticos es del 22%, por lo cual es una de las principales del mercado.
En agosto último, Garbarino logró un acuerdo para restructurar sus pasivos, que alcanzan los 4.400 millones de pesos. Ese acuerdo se logró con la asistencia de First Capital Group y, así, pudo descomprimir su situación financiera.
Ahora, para esperanza de su personal, el fondo Inverlat, accionista de marcas como Havanna, Reef, ICSA y Aspro, estaría interesada en comprar Garbarino, luego de que los dueños intentaron, sin suerte, ofrecerla a Mercado Libre, Fravega y Newsan.