Fuerte crisis de los supermercados chinos: En 2020 cerraron más de 200 locales y se perdieron 2 mil empleos

Los supermercados chinos son uno de los sectores más afectados por la epidemia de coronavirus y la consiguiente recesión que golpean a nuestro país hace más de nueve meses. El sector terminó el año 2020 con cera de 200 cierres, sin apertura de nuevos puntos de venta, con una fuerte caída de facturación y la pérdida de cerca de 2 mil empleos, directos o indirectos.

Según especialistas del sector, además, en este año la perspectiva no parece mejorar demasiado, en un escenario caracterizado por dificultades para la recuperación del poder adquisitivo de los salarios y una falta de políticas específicas del oficialismo para acompañar a los supermercados chinos en la crisis.

En la Ciudad de Buenos Aires se pueden apreciar con claridad no sólo los “chinos” que han bajado persiana sino también muchos otros que han reducido la cantidad de horas en que permanecen abiertos para poder afrontar las labores con menos personal. En algunos casos, hay iniciativas de este tipo que se han mudado hacia el interior del país, por considerar insostenibles los costos que implica sostener el negocio en Capital.

La inflación en diciembre fue del 4% y en 2020 acumuló 36,1%

Yolanda Durán, presidenta de la Cámara empresarial de desarrollo argentino y países del sudeste asiático (Cedeapsa), detalló: “Terminamos un ejercicio con ventas magras y a nivel comercial ni siquiera sentimos que hayamos comenzado el año. Seguimos con escasez de personal tanto por la pandemia como por falta de fondos y muchos autoservicios cierran temprano porque no pueden sostener el funcionamiento”.

Luego agregó: “Las ventas no remontan y decimos que están por debajo del 30 por ciento sólo por ser benévolos. En realidad, el porcentaje de caída es más amplio. La pandemia profundizó una caída que ya se empezó a sentir en 2019 por efecto de la inflación. El año pasado la gente directamente optó por comprar sólo para el día a día, lo justo y necesario, y eso complicó a los supermercados porque los costos no dejaron de dispararse”.

“En marzo se tomarán las decisiones para este año. Seguramente nos estaremos yendo más al interior. Buscamos no sólo una oportunidad comercial: también mejor calidad de vida. Además de que hay más campo para trabajar, se generan otras integraciones con las comunidades. En Buenos Aires los últimos meses han sido de puro empobrecimiento”, concluyó Durán.