Los ajustes anunciados para la obra pública comienzan a hacerse visibles. Por falta de fondos se frenó la obra -largamente anunciada- de soterramiento del Ferrocarril Sarmiento
y más de 100 trabajadores que se ocupaban en las tareas de excavación del túnel fueron notificados esta semana de la paralización de las obras.
La decisión es consecuencia del ajuste y el incremento de precios en una obra que tiene un valor que ronda los U$S 3.000. Al mismo tiempo se frenó la fabricación de anillos de cemento para el túnel y 60 trabajadores de la fábrica de dovelas recibieron el lunes telegramas de despido.
También fueron suspendidos los contratos con proveedores del Consorcio Ghella y Sacde, a cargo de los camiones que transportaban el barro que quitaban del túnel y la provisión de insumos para la obra.
Si bien oficialmente aseguraron que las tareas no serán paralizadas por completo, desde el gremio de la construcción expresaron gran preocupación porque todavía no hay fecha para continuar con el trabajo y los indicios no son buenos, ya que «fue desmontada la hormigonera del obrador de Haedo, levantaron los containers y los camiones se llevaron la piedra, la arena y el cemento».
Fuentes oficiales insisten en que continuarán con los trabajos subterráneos, por lo menos en los 7 kilómetros ya excavados del túnel -de los 18 kilómetros que incluye la obra completa-. Aún así la reducción de más del 60% de la obra significa un pérdida muy importante de cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos, más allá de los perjuicios por la no conclusión de la obra que estaba previsto finalizar en el año 2022.
