Foro Davos: Fernández reivindicó el rol del Estado ante la pandemia y anticipó el pronto inicio del Consejo Económico y Social

Este jueves el presidente Alberto Fernández, en su carácter de titular pro tempore del Mercosur, realizó vía teleconferencia una importante intervención ante el Foro Económico Mundial de Davos 2021. En su intervención se destacó futemente el rol del Estado nacional durante la pandemia y se anticipó la pronta puesta en marcha del Consejo Económico y Social.

Tras su intervención responderá preguntas de los participantes del evento, acompañado por los ministros de Economía Martín Guzmán y de Desarrollo Productivo Matías Kulfas. El Foro Económico Mundial es una Organización Internacional que busca fomentar la cooperación público-privada, del que participan líderes políticos, empresariales, culturales y de la sociedad civil de todo el mundo, incluyendo a la canciller de Alemania Angela Merkel, los presidentes de China Xi Jinping, de Francia Emmanuel Macron, de Rusia Vladimir Putin, de Chile Sebastián Piñera y de Costa Rica Carlos Alvarado Quesada, así como el presidente del gobierno de España Pedro Sánchez y los primeros ministros de Italia Giuseppe Conte, de Israel Benjamin Netanyahu y de Japón Yoshihide Suga, entre otros.

“La pandemia que vivimos no es un mero accidente de la historia sino un llamado de atención. Para edificar una casa común, con otros miembros. O despertamos mejores o sucumbimos peores. No hay otra opción para el día después de esta calamidad”, comenzó planteando Fernández. Y añadió: “Vivimos un tiempo en el que se ponen a prueba todos los paradigmas y estoy seguro de que el imperativo moral que se impone en esta hora es poner nuestra prioridad en los últimos, en los descartados, en los invisivilizados, en los más vulnerables. La fraternidad debe ser el nuevo nombre del desarrollo y la solidaridad el nuevo nombre de la paz social. Son valores que no resultan exclusivos de un sector. Deben comprometer a los Estados y a las empresas, a los que trabajan y al capital”.

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“Esto no es una teoría, es una convicción que hemos llevado adelante en Argentina en estos meses de gestión”, afirmó. En ese sentido reivindicó programas como el de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), que durante la pandemia asistió al 60% de los empleadores del país, las líneas de crédito a tasa 0 para trabajadores independientes, los créditos subsidiados para 110 mil Pymes «por un total que representa el 2% del PBI argentino» y el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), que «aseguró las condiciones de vida de los sectores más afectados, apuntalando al mismo tiempo la demanda».

El mandatario también destacó las tempranas gestiones para la adquisición temprana de vacunas contra el coronavirus, destacando la importancia de la cooperación de los sectores públicos y privados: “La vacuna debe ser considerada como un bien público global. Esta cooperación público-privada posibilitó que la industria argentina intervenga en un esquema de integración productiva junto a México en la producción de la vacuna de Oxford Astrazeneca para toda Latinoamérica”, agregó, subrayando que “esto nos permitirá lanzar una campaña de vacunación que preserve primero a los sectores más expuestos al riesgo de la pandemia”.

Fernández también remarcó que las medidas adoptadas por el Estado argentino “fueron fundamentales para iniciar una recuperación, que está siendo más veloz de lo que pensábamos hace apenas unos meses”. Y agregó: “Nuestro sector industrial viene teniendo una recuperación notable. En noviembre pasado la economía había alcanzado el 87% de la producción perdida por la pandemia. En la industria ya registramos 4500 puestos de trabajo que no existían antes de la pandemia. Llevamos cinco meses seguidos de recuperación del empleo industrial”.

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A continuación planteó el problema de otro «virus no menos destructivo» con el que tuvo que lidiar el Gobierno argetino durante la pandemia: «el endeudamiento tóxico e irresponsable». En ese sentido, subrayó la importancia del acuerdo de reestructuración de la deuda con los acreedores privados (que «despeja el camino para empezar a construir un futuro con producción y trabajo»), lo mismo que el diálogo «muy constructivo» en marcha con el FMI. «No hay más lugar para ajustes irresponsables e imposibles que perjudican la credibilidad tanto de nosotros como dirigentes como de quienes otorgan asistencias irreales», afirmó, revindicando un futuro acuerdo con sustentabilidad, inclusión social y transparencia como política de Estado.

“Es necesario vincular el multilateralismo con un concepto de multisolidaridad que involucre a Estado, empresas y también trabajadores. La articulación y los consensos públicos-privados exigen la apertura a un espacio de diálogo plural en Argentina que tendrá como misión generar las condiciones para la construcción de una visión común de país”, enfatizó. En ese sentido, anticipó que «prontamente» se pondrá en marcha el Consejo Económico y Social para el Desarrollo «que convocará en sentido amplio y permanente a todos los actores del país a consolidar rumbos previsibles de mediano y largo plazo».

Al respecto, añadió: “Nuestro compromiso con la inversión, la producción y el trabajo es absoluto. El sector privado es un socio esencial para afrontar las reformas que permitan la escalada productiva y tecnológica de la Argentina, tan esencial como lo es la fuerza del trabajo. Argentina pretende demostrar que es posible conciliar políticas económicas que fomenten inversiones del sector privado y que al mismo tiempo protejan a los sectores más vulnerables. Incentivar la inversión en la economía real es un paso fundamental para fortalecer el proceso de crecimiento y desarrollo del país”.

En su discurso también destacó la importancia de un desarrollo alineado con los objetivos climáticos del Acuerdo de París, valorando especialmente las potencialidades de nuestro país para “aprovechar las oportunidades de transición, para desarrollar industrias eficientes y no contaminantes, apalancando el enorme potencial que la Argentina tiene en materia de generación limpia en todo su territorio”. Al respecto, remarcó la importancia de desarrollar la producción de materias primas como el litio y el hidrógeno verde en todas sus variantes y de avanzar en “un rol de liderazgo en materia de electromovilidad, con un marco legal robusto que estamos diseñando”. En el mismo sentido recordó que «ya es una realidad» para el país el nuevo marco legal para la economía del conocimiento por lo que resulta prioritario integrarse a las cadenas globales de valor a través de la tecnología 4.0.

“Tenemos esperanzas frente al tiempo que se avecina. Mantenemos firmes un idealismo realista y un pragmatismo que no olvida los valores a la hora de tomar decisiones”, concluyó.