Este mediodía trabajadores de la aerolínea low cost FlyBondi manifestaron frente a la Casa Rosada para protestar por la decisión del Gobierno nacional de habilitar la operación de los vuelos de cabotaje sólo desde el aeropuerto de Ezeiza, descartando por el momento la reapertura de El Palomar, base de operaciones de la aerolínea.
Un comunicado de la empresa detalló: “Si bien la aerolínea aún no fue notificada oficialmente, ni se conoce ningún detalle sobre el alcance de esta medida sobre el Aeropuerto Internacional El Palomar, se sobreentiende que la misma apuntaría a que no continúe operativo para ningún tipo de operaciones de transporte aéreo regular de pasajeros, provocando así el traslado de las operaciones de la compañía a Ezeiza”.
Y agregó: “Flybondi expresa su más absoluto rechazo a esta decisión, cuyos argumentos son íntegramente impugnables y maliciosos; pero lo que es más grave aún, es que deja al descubierto el manejo regulatorio y la ausencia total de planificación y coordinación, generando dos claros damnificados: los pasajeros y los trabajadores”.
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Desde que el gobierno de Mauricio Macri (sospechado por vínculos de varios funcionarios con la low cost) aprobó la operación del Aeropuerto de El Palomar en febrero de 2018, aún pese a la fuerte oposición de vecinos de la zona y organizaciones ambientalistas, casi tres millones de pasajeros pasaron por esa terminal, consolidándola como la cuarta a nivel nacional en cuanto a vuelos de cabotaje. Pero el actual ministro de Transportes Mario Meoni en distintas ocasiones manifestó que le parece un exceso que haya tres terminales aeronáuticas en el Área Metropolitana.
La otra aerolínea low cost que opera en El Palomar es Jet Smart, que ya confirmó el traslado de sus cuatro aviones, después de la ratificación de el viernes el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) confirmara que la única terminal en condiciones de operar es Ezeiza. En ese contexto FlyBondi incluso canceló los vuelos que tenía previstos para el resto de octubre y exige se habilite su terminal habitual.
“Volar desde Ezeiza no es una opción comercial para Flybondi, ni tampoco para nuestros pasajeros. Y las autoridades del Gobierno de los organismos reguladores conocen esta realidad”, manifestó el presidente de la empresa, Esteban Tossutti. Y añadió: “Su decisión demuestra el poco respeto hacia los pasajeros que adquirieron tickets para volar desde El Palomar y que, hasta último momento, no saben desde dónde saldrá su vuelo, sumado a los miles de pasajeros que sólo pueden viajar en avión si lo hacen desde un aeropuerto al que pueden llegar en transporte público”.
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La empresa denunció que con esa decisión el Gobierno pone en riesgo “miles de puestos de trabajo” y anticipó su decisión de solicitar “la revisión de esta medida y realmente esperamos que puedan tomar decisiones idóneas”. “Sería importante que sus decisiones no busquen afectar la continuidad de un modelo de negocio que, en poco más de dos años, ha logrado democratizar el avión como medio de transporte y transformarlo en una opción accesible para todas las personas de este país”, concluyó Tossutti.
Es improbable que el pedido de la empresa encuentre vía libre en las próximas semanas ya que sólo tiene un avión en actividad (ya que devolvió otros cuatro alquilados), lo que a lo sumo podría implicar tres vuelos diarios, para lo que es improbable que se resuelva rehabilitar todo el aeropuerto. Además, El Palomar es deficitario y FlyBondi no realizó las inversiones de 30 millones de dólares comprometidas con la gestión de Transporte del ex ministro Guillermo Dietrich, quedando todo a cargo del Estado. Así, los vuelos desde El Palomar, que compiten con las terminales de Ezeiza y Aeroparque, se sostienen por las tasas que pagan los pasajeros de estas terminales, siendo la más deficitaria del país.