El objetivo, según cuentan fuentes cercanas al presidente electo y confirman referentes de los movimientos sociales tiene como objetivo crear hasta 4 millones de empleos en un plazo que alcanzaría al 2024, momento en el que, de tener el éxito esperado la pobreza podría reducirse en un 10% la pobreza estructural.
El autor medular del proyecto es el director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina ( UCA), Agustín Salvia, quien durante estos años ha elaborado exhaustivos informes sobre pobreza estructural, problemas de desarrollo, desempleo, entre otros muchos que muestran la problemática social de la Argentina.
El plan que el especialista ha logrado “convencer” a Fernández y que sería oficializado en éstos días, implica una inversión mayor a mil millones de dólares al año y consiste en la proliferación de miles de proyectos productivos diversos y dispersos en todo el país, coordinados desde el Estado pero ejecutados por organizaciones de la sociedad civil, que sistematizarían múltiples actividades de la economía popular.
En síntesis, es lo que los especialistas abocados al proyecto denominan “empleo mínimo garantizado”, un trabajo donde el Estado oficia de garante pero sólo en carácter de facilitador y no como dador de “empleo público”.
“El objetivo debe ser claro: terminar con los planes sociales y generar trabajo”
Algunos de los ejemplos van desde la producción de alimentos saludables para proveer a las escuelas y comedores de los barrios más vulnerables hasta capacitaciones para ejercer oficios de mecánica, electricidad, plomería, al mismo tiempo que asistencia en guarderías, cuidado de discapacitados o ancianos, mano de obra intensiva en obras de pequeña escala o reciclaje.
En cuanto al pago por la prestación se piensa en una “remuneración equivalente a un salario mínimo”, aunque la retribución no sólo será económica pues apunta a una fuerte inversión en capital humano en asentamientos, barrios, escuelas.
El Consejo Económico y Social, que piensa conformar Fernández al llegar al gobierno, sería el puente para tender los lazos necesarios para su implementación, que sería uno de los puntos destacados de su gestión con el objetivo de crear un puesto de trabajo por cada hogar pobre que tiene la Argentina.
