En las últimas horas el presidente Alberto Fernández compartió desde sus redes sociales una “carta abierta” al pueblo argentino, en la que realizó un balance de la etapa que atraviesa nuestro país, destacando su “economía pujante” y el rol de las autoridades que lograron “cumplir con los objetivos económicos trazados”. En el mismo sentido, anticipó que entre los desafíos que plantea el nuevo año 2023 se cuentan el de “seguir bajando la inflación” y continuar mejorando los ingresos de los trabajadores.
En su carta también confirmó las intenciones de impulsar junto a un grupo de gobernadores un juicio político contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia Horacio Rosatti por su rol en la aprobación de la cautelar que avala la posición de la Ciudad de Buenos Aires en cuanto al reparto de los fondos de coparticipación.
Tasa de inversión, producción industrial y empleo cierran 2022 con niveles récord
“Estamos iniciando un nuevo año. Dejamos atrás otro que nos deparó alegrías, pero que también nos impuso las exigencias propias de una pandemia que no termina y una guerra que nos condiciona poniendo en crisis el desarrollo que tanto necesitamos”, afirmó Fernández. Y añadió: “Contra los pronósticos de muchos, hemos logrado cumplir con los objetivos económicos que nos habíamos trazado. Trabajamos en ordenar las cuentas fiscales y logramos que nuestro déficit no supere el número que teníamos programado”.
“Pudimos hacerlo en una economía pujante que ha permitido que nuestro producto bruto interno acabe creciendo muy por encima del 5%”, explicó, para luego afirmar que “en este año que termina habremos registrado un récord de inversiones y de exportaciones”. También destacó: “Pudimos sortear la falta de divisas y nuestras reservas de libre disponibilidad han crecido significativamente”.
Acciones desplegadas por la AFIP permitieron la regularización de 167 mil trabajadores
Respecto del empleo, remarcó su crecimiento y explicó: “Desde nuestra llegada al gobierno, el empleo registrado del sector privado creció un 4,1%. Esa cifra contrasta en mucho con los cuatro años que nos precedieron en los cuales el empleo registrado privado se contrajo el 3,5 % expulsando de sus empleos formales a casi 220 mil trabajadoras y trabajadores”. En este sentido, también recordó que “registramos hoy una tasa de desempleo del 7,1% que se presenta como la segunda más baja desde 2003. A la vez, 21 provincias de Argentina observan tasas de desempleo ínfimas, lo que pone en evidencia que el trabajo sigue creciendo en Argentina con un modelo de desarrollo y ordenamiento fiscal”.
Hacia el futuro, planteó que hay dos “desafíos importantes” por delante, el primero tiene que ver con “seguir trabajando para que la inflación que heredamos y que se potenció con la guerra desatada, siga su camino descendente” y el segundo con “mejorar los ingresos de los que trabajan que han padecido una pérdida significativa en los cuatro años que precedieron a nuestra llegada. Ocuparnos primero de los últimos sigue siendo nuestro compromiso”.