Foto: Sergio Santillán
El presidente electo, Alberto Fernández, posó en medio de toda la conducción de la CGT, y los «gremios hermanos» como definió Héctor Daer en su alocución, y centró el discurso en su lema de campaña: «es con todos», en el salón Felipe Vallese de la histórica sede de Azopardo.
“Este día es posible porque nos unimos, y Cristina Kirchner es la esencia de este triunfo”, destacó en ese sentido Fernández en medio de los aplausos de todo el auditorio.
Acto seguido le daba el rol que en la casa de los trabajadores era de esperar: “El movimiento obrero es parte del gobierno que se instalará en la Argentina desde el 10 de diciembre”, anticipó
En ese marco recordó a dos históricos del sindicalismo: Saúl Ubaldini y a José Ignacio Rucci, y remarcó que «el movimiento obrero tiene mucho que ver» con el trabajo que se necesitará «para poner a la Argentina de pie».
“No es un acuerdo político, nunca lo hemos hablado. Es la convicción que todos tenemosy que siempre tuvimos”, aseguró, y se mostró en contra de quienes afirman que “para arreglar la Argentina hay que quitarle derechos a los que trabajan” afirmó frente a su equipo más cercano, gobernadores e intendentes que participaban del acto.
Para terminar, antes de que la marcha peronista invadiera el espacio esbozó: «el peronismo gobierno con los trabajadores», incluyendo a todo el arco sindical que acompañaba.