Fernández firma decreto para entrada de Pfizer , mientras las primeras vacunas producidas en Argentina estarán listas la semana próxima

Con la necesidad de apurar el plan de vacunación y acelerar el despegue de la economía, son varias las aristas que se están aceitando por éstas horas para atravesar un momento difícil respecto a la pandemia: la meseta de contagios continúa muy alta, también la cantidad de decesos y otras cepas amenazan peligrosamente, como lo están haciendo en Europa.

En este sentido, el Gobierno Nacional ultima detalles de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el que finalmente, modificará algunos puntos de la Ley de Vacunas para poder llegar a un acuerdo con Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Entre otras cosas, se cambiaría la palabra «negligencia» que habría sido cuestionada por los laboratorios estadounidenses. Así el Ejecutivo busca dar respuesta al reclamo de menores de 18 años con comorbilidades, ya que Pfizer es la única aprobada para ese rango etario.

Por otra parte, la semana próxima se estarían liberando 450 mil dosis del primer componente de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus para su aplicación en el país, si el Centro de Investigación Gamaleya de Rusia aprueba las muestras enviadas del primer lote de producción local del inmunizante.

«Empezamos la producción la semana pasada, ya tenemos listo el primer lote con 450 mil dosis del primer componente; esta semana elaboramos 525 mil dosis también del primer componente y la semana que viene comenzamos con la producción del segundo componente», indicó Marcelo Figueiras de Laboratorios Richmond.

El empresario afirmó que «si fuera un medicamento común el laboratorio junto con Amnat realiza el control y lo libera, pero en este caso se hace un triple control y se manda al Gamaleya una muestra pequeña y ahí se produce un cuello de botella porque lo tienen que volver a chequear».

La planta de Richmond ubicada en la localidad bonaerense de Pilar realiza la formulación, filtrado y rellenado de viales (envasado), un complejo proceso técnico y científico con exigentes requerimientos de buenas prácticas de manufactura. Para realizar este proceso, el laboratorio recibe el principio activo de la vacuna elaborado en el Gamaleya.

La siguiente etapa consistirá en la producción completa de la vacuna en la nueva planta que el laboratorio se encuentra construyendo también en Pilar. «La nueva planta está pensada para producir hasta 500 millones de dosis por año y ahí se podría hacer desde el principio activo hasta el envasado, es decir, la producción completa», había adelantado Figueiras.

Además, detalló que «tendrá la capacidad de realizar productos biotecnológicos y de producir vacunas de diferentes tipos de plataforma como, por ejemplo, la de Pfizer y la Sputnik V, que usan diferente tecnología», lo que podría combinar todas las posibilidades en las que hoy se está trabajando tanto desde lo administrativo como desde lo científico.