El acto central estuvo programado en el Salón Felipe Vallese de la CGT Azopardo, anfitriona y gestora del acto central en el que el protagonismo fue para Alberto Fernández en el 75 aniversario del día de la Lealtad Peronista, donde el protagonismo central fue para el presidente, Alberto Fernández.
Escoltado por su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y otros funcionarios del gabinete Nacional, incluido Sergio Massa, Máximo Kirchner y Wado de Pedro además de varios gobernadores y algunos intendentes del conurbano, Fernández hizo pie y fue recibido por Héctor Daer, el secretario general de la Confederación General del Trabajo y la comisión directiva de la organización obrera.
A las 16.46 el presidente tomó la palabra para decir que el 17 de octubre fue el día en que «el pueblo entendió en que había alguien preocupado por ellos», refiriéndose a Perón y a los más humildes. Desde ese momento asomó una «Argentina invisible» que muchos creían que no existían «y buscaban un lugar en ésta patria».
«Una porción de la sociedad que había quedado marginada y condenada al olvido encontró un lugar y el trabajo se dignificó y nacieron los sindicatos», expresó es presidente en Azopardo y agregó «los que trabajaron por primera vez tuvieron derechos» y desde allí comenzó una carrera de odio que comenzó a perseguirlo y a censurarlo», recordó el primer mandatario.
«Un pueblo que reclamaba un lugar dentro de la sociedad, hace 75 años» eso era y lo comparó con el hoy, sumido en la crisis provocada por la pandemia y los aplausos llegaron cuando agradeció que en éste contexto «gobierna el peronismo».
«No claudicaré», disparó Fernández y «vamos a socorrer primero a los que están en la peor situación» convencido de que «hoy comenzó la reconstrucción de la Argentina» y de que «lo haremos entre todos», insistió durante los 22 minutos que duró su discurso.
Este 17 de octubre, no sólo fue diferente por el contexto de pandemia, en el que fue necesario coordinar actividades presenciales y virtuales, sino por el momento de incertidumbre económica y también política que atraviesa la Argentina, con una marcada agenda opositora que se manifiesta asiduamente en las calles y con algunas disidencias dentro de la misma coalición de Gobierno, que generan cierta preocupación hacia adentro y mayormente a la opinión pública.
Antes del acto en la CGT, Alberto Fernández visitó la isla Martín García, donde Perón estuvo detenido en 1945 y recorrió el lugar junto al gobernador Axel Kicillof. Visiblemente conmovido, el presidente a quien se le ha ofrecido la conducción del partido señaló que «renovemos el compromiso de estar siempre representando los intereses de los que más necesitan, de los olvidados, de los que se quedaron sin derechos”, afirmó
Desde temprano en la mañana, cientos de camiones, micros, taxis y todo tipo de vehículos circularon en caravana con banderas argentinas y sindicales por las calles del centro porteño, entre Plaza de Mayo y la Plaza del Congreso, por la fecha conmemorativa.
Durante todo el día una multitud circuló manifestando su apoyo al Gobierno entre el Cabildo y la intersección de Avenida de Mayo con 9 de Julio, donde también circulaban, pero en menor medida, militantes de a pie con cánticos y expresiones de apoyo a Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Las bases peronistas liberaron la adrenalina contenida por la pandemia, y se «desquitaron» contra las reiteradas marchas que la oposición impulsó con diversos motivos en los últimos meses, la cual se atribuyó el «dominio» de la calle» antes de que el Frente de Todos cumpla siquiera un año de gestión.
El hackeo de la plataforma digital ideada para una «movilización» desde casa, generó una mayor circulación de la esperada, la plaza de Mayo fue epicentro del peronismo y miles y miles de manifestantes se expresaron en una sintonía de alegría, un estado emocional que se vio totalmente contrario al de pesimismo y preocupación que se percibía en los últimos días donde la inestabilidad cambiaria y la debilidad de la macroeconomía, marcaban la agenda.
