La Comisión Europea (CE) decidió salir al rescate de la aerolínea KLM de origen holandés para mantener las fuentes de empleo que dispone. La empresa actualmente cuenta con una plantilla de 36.600 trabajadores y es el segundo mayor empleador privado del país del continente.
La CE precisamente aportará un paquete de fondos de 3.400 millones de euros y expresó que «el apoyo del Estado holandés es esencial a fin de obtener la liquidez vital para enfrentar este difícil período. Holanda ha demostrado que todas las demás medidas potenciales para obtener liquidez en los mercados se habían explorado e intentado».
Para el Ejecutivo europeo, la ayuda del Gobierno holandés es «necesaria, apropiada y proporcionada para evitar una perturbación seria» en la economía de este país, además de evitar despidos masivos.
Cabe destacar que es además una empresa clave para la economía holandesa, ya que asegura la conectividad del país con destinos en Europa, los territorios holandeses de ultramar y con el resto del mundo, y que la asistencia llegará «en forma de una garantía estatal para préstamos de un consorcio de bancos y un crédito subordinado a la empresa por parte del Estado, tras constatarse que no disponía de liquidez para reiniciar sus operaciones».
