La gestión de Donald Trump en Estados Unidos enseño que en agosto se crearon 130.000 empleos y la tasa de desempleo se mantuvo, por tercer mes consecutivo, en 3,7%. El mercado de trabajo sigue sólido pese a que el ritmo de la actividad industrial registró una baja en los últimos meses.
Con respecto a los salarios, se informó que su poder adquisitivo creció 3,2% con relación a agosto de 2018. Los indicadores laborales son los que sostienen el consumo que representa dos tercios del producto y de allí que la economía estadounidense siga creciendo, aunque a tasas menores que las del año pasado. A su vez, la tasa de participación que era de 63% en julio creció a 63,2%.
Por otro lado, la tasa de desempleo entre la población negra cayó drásticamente a 5,5% desde 6%, con una disminución que fue liderada por una fuerte caída en la tasa de desempleo de las mujeres negras. Mientras que el desempleo hispano cayó a 4,2% de 4,5%.
La gestión del magnate enfrenta en el horizonte las consecuencias de la guerra comercial que mantiene con China. Aunque desde la Casa Blanca han recalcado que «los datos del mercado de trabajo conocidos no afectarían la política monetaria de la Reserva Federal que recortaría en un cuarto de punta la tasa de interés en su próxima reunión prevista para los días 17 y 18 de septiembre».