Una a favor de los trabajadores inmigrantes de Estados Unidos: Joe Biden dio marcha atrás con una medida de Trump que suspendió, en medio de la pandemia, la entrada de inmigrantes y no inmigrantes al «presentar un riesgo para el mercado laboral en EE.UU. durante la recuperación económica después del brote del coronavirus».
El presidente norteamericano fue claro en su decisión: impedir la llegada de estas personas «no promueve los intereses de Estados Unidos», al contrario, «perjudica a Estados Unidos, incluso al impedir que ciertos familiares de ciudadanos estadounidenses y residentes permanente legales se reúnan con sus familias aquí».
La cuestionada medida, en la proclamación 10004 del ex mandatario republicano, vio la luz el pasado 22 de abril, mientras escalaban los casos de Coronavirus y la economía caía de forma profunda, ante el cierre de comercios y la escasa actividad laboral.
En ese entonces, el por entonces líder de la casa Blanco dijo que «al detener la inmigración, ayudaremos a que los estadounidenses desempleados sean los primeros en la fila para obtener empleos a medida que Estados Unidos reabra. Tan importante». Pero sus dichos no se materializaron en la realidad, por eso Biden avanzó en dirección contraria.
